Actualizado a las 20:50 

Carlota Piedrahíta es pensionista del Hogar Corazón de Jesús desde hace dos años. Después de ejercer el magisterio por cuatro décadas y haberse jubilado, ella pensó en que quería llevar una buena calidad de vida en su envejecimiento.

Pensó en no depender del cuidado de sus hijos y demás parientes, por eso optó por ir a dicho centro, que atiende a unos 350 adultos mayores.

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“Yo pienso que debería haber más asilos de ancianos que sean del Gobierno o de los municipios. Buscar en los barrios marginales, poder atender a esas personas que envejecen en pobreza”, expresa la mujer de 75 años, quien procreó tres hijos.

Ella es consciente de que su realidad difiere de la de otros mayores que inclusive viven en condiciones de indigencia. Refiere que el acceso a la educación, las oportunidades laborales y el desarrollo profesional determinan las condiciones de vida de las personas.

Sobre este segmento de la población, la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil publicó ayer los resultados de una investigación denominada Análisis comparativo de la calidad de vida de los adultos mayores de Ecuador y Chile.

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De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) para el 2025 se prevé que en el país la población de 65 años y más se incrementará del 6% al 9%, como resultado de los cambios en las tasas de mortalidad y fecundidad.

Por ello la importancia del tema, expresó María del Carmen Lapo, directora del proyecto en Ecuador y docente de la Universidad Católica.

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Ella sostiene que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esos años adicionales se traducen en una disminución física y mental, lo que afecta directamente la calidad de vida de los adultos mayores.

En Ecuador la investigación consideró a 817 mayores de sectores urbanos y rurales de Guayas, de una edad promedio de 74 años. Mientras, en Chile la muestra abarcó 781 personas de una edad promedio de 71 años, en la región del Maule.

El proyecto se desarrolló en función de variables asociadas con la salud, alimentación y funcionalidad de las personas de la tercera edad.

De acuerdo con los resultados obtenidos, los adultos mayores chilenos asumen su etapa de vejez con más optimismo, el 43,7% autopercibe tener una buena salud. Mientras, por el lado de los ecuatorianos esa variable representa el 34%.

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Germán Lobos, docente universitario y director del proyecto en Chile, expuso que en Ecuador el 14% de la muestra no tiene estudios.

En cambio, en su país, la cifra representa el 8%.

En cuanto al gasto mensual en el consumo de alimentos en el país el promedio fue de $ 207 y en Chile de $ 182.

Respecto a la satisfacción con la vida, el 43,3% de los ecuatorianos dijeron sentirse satisfechos. Por el lado de los chilenos, lo hizo el 46,3%.

Esa variable, explica Lobos, hace referencia a las metas planteadas a lo largo de la existencia de cada encuestado.

La felicidad, en cambio, alude al presente de cada uno de los adultos mayores. Y en ese sentido, en Ecuador el 45,3% aceptó sentirse medianamente feliz. En Chile, lo hizo el 40,4% de los consultados. (I)

Detalles

Más cifras

Cantidad de bienes en casa

La investigación impulsada por la Universidad Católica reveló que en los hogares de adultos mayores ecuatorianos hay un promedio de 4.2 bienes materiales por casa. En Chile hay 6,6.Esa variable, según el docente universitario Germán Lobos, influye en la calidad de vida y es un aspecto, entre otros, en el que debería centrarse la atención de los gobiernos nacionales y locales.

Es muy importante que a nivel de medicina aumenten los médicos geriatras, que haya más médicos geriatras en los centros de salud públicos y en los hospitales.