Raúl Castro y su familia no duermen tranquilos desde la noche del domingo, cuando los restos de una pared de la vivienda contigua a la suya, en Guerrero Valenzuela y Francisco de Marcos, cayeron sobre la cubierta de su casa y dañaron una parte del zinc y del tumbado.

Esos restos de bloque le cayeron en la cabeza a su esposa, Dora Álvarez, por lo que enseguida fue trasladada a una casa de salud, donde le cogieron siete puntos de sutura.

La mañana de ayer, a la mujer se le hizo una tomografía para descartar que el golpe haya ocasionado lesiones severas.

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Geovanny Alvarado, propietario del inmueble que causó la afectación a sus vecinos, dijo estar dispuesto a cubrir los gastos de los daños materiales.

Él explicó que las paredes laterales de la parte alta de su vivienda quedaron afectadas desde el terremoto del 16 de abril de 2016, y por eso desde esa fecha ha tratado de que el Cabildo demuela la estructura dañada, sin tener éxito.

Ahora, dijo, con las lluvias el riesgo de que toda la planta alta de su inmueble colapse es inminente, más aún con los aguaceros que soporta la ciudad en este invierno.

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Ayer en la tarde, en una reunión con la comisaría quinta le confirmaron la intervención de su casa en 72 horas. (I)