El presidente de EE.UU., Donald Trump, atemperó su retórica en su primer discurso ante el Congreso de su país, la noche del pasado martes, pero sin cejar en su empeño de aplicar con firmeza las leyes migratorias y frenar la llegada de personas con baja capacitación laboral y escasos recursos.

Como respuesta a su discurso, activistas en defensa de los inmigrantes rechazaron la nueva visión de Trump sobre una reforma del sistema migratorio para adoptar uno basado exclusivamente en la capacitación técnica o profesional.

“Si pasamos del actual sistema de inmigración de personas con baja capacitación, y adoptamos un sistema basado en mérito, tendremos muchos beneficios: ahorraremos dólares, elevaremos los salarios y ayudaremos a las familias en dificultades –incluyendo familias de inmigrantes– a ingresar a la clase media”, afirmó Trump.

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Según Marielena Hincapié, directora del Centro Legal para la Inmigración, la idea representa “un cambio radical al sistema migratorio estadounidense, que está basado en la reunificación de las familias”.

La adopción de un protocolo apoyado únicamente en un “sistema de méritos” o formación profesional de los interesados eliminaría la posibilidad de que numerosas familias puedan soñar con permanecer unidas. “Pero además ya hay visas laborales, que se enfocan en especialidades”, dijo Hincapié.

En EE.UU., donde viven casi 325 millones de personas, hay 11 millones de personas sin papeles, la mayoría procedentes de Latinoamérica, y para Hincapié, la retórica antiinmigrante de Trump y sus partidarios está ligada a los reiterados casos de violencia contra extranjeros en los últimos meses.

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En tanto, el presidente de la Liga de Ciudadanos Latino Estadounidenses, Roger Rocha, lamentó que Trump haya defendido ante el Congreso su visión de los inmigrantes como una ‘amenaza’ a los estadounidenses. “Trump sigue haciendo generalizaciones y declaraciones irresponsables sobre los inmigrantes, pintándolos como criminales que le sacan el trabajo a los estadounidenses”, comentó Rocha.

“Fue divisivo y tiene como fin causar miedo y terror en comunidades en el país”, añadió Astrid Silva, una activista sin papeles, elegida para pronunciar la respuesta en español del Partido Demócrata.

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En el discurso el mandatario antepuso los motivos económicos como justificación de su línea dura contra la inmigración ilegal, lo que generó el aplauso de los republicanos mayoritarios en el Congreso.

El nuevo inquilino de la Casa Blanca también prometió “reiniciar el motor de la economía” y se comprometió a atraer un billón de dólares en proyectos de infraestructura. Al día siguiente de su discurso subieron las acciones en la bolsa de valores de Nueva York. (I)