Pocos hoteles tienen el renombre mundial del Waldorf Astoria de Nueva York, pero este edificio que fuera sinónimo de esplendor está cerrando por entre dos o tres años para someterse a una renovación completa y nunca volverá a ser el mismo.

Los últimos huéspedes debían irse hacia el mediodía del miércoles tras disfrutar del estilo art deco del viejo Waldorf por una última vez.

Cuando vuelva a abrir sus puertas, habrá un hotel más pequeño y cientos de sus 1.400 habitaciones habrán sido convertidas en condominios privados, según un vocero del Anbang Insurance Group, un conglomerado chino que compró el Waldorf en casi 2.000 millones de dólares en el 2015.

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El exterior no puede ser retocado por ley, ya que el Waldorf es un edificio histórico de Nueva York, pero de todos modos hay mucha gente inquieta.

"Estoy viendo desaparecer a Nueva York delante de mis propios ojos", se lamentó Shade Rupe, de 48 años, escritor y actor que visitó el lobby del hotel esta semana por última vez antes de la renovación.

Recostado sobre un pilar de la entrada, dijo que esta ciudad acostumbra a devorarse sus monumentos.

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"Queda muy poco de lo que considerábamos los grandes monumentos de Nueva York y cuando hablas del Waldorf Astoria, es como hablar del edificio del Empire State o de la Estatua de la Libertad. ¡Es algo enorme!".

El Waldorf Astoria data de 1893, pero el edificio original fue derribado para dar paso al Empire State precisamente. El "nuevo" Waldorf Astoria, con más de 40 pisos, abrió en Park Avenue en 1931. Costó más de 40 millones de dólares (equivalentes a 639 millones de dólares de hoy) y fue uno de los hoteles más grandes y caros de su época.

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Ha recibido a grandes personalidades, incluidos todos los presidentes de Estados Unidos, que se alojan en la Suite Presidencial, con vidrios a prueba de balas.

Entre las personas que durmieron rodeadas del lujo del Waldorf se encuentran Marilyn Monroe, Grace Kelly y Cole Porter, quien se dejó las teclas de su piano Steinway. Jefes de estado, figuras de realeza y los grandes empresarios acostumbraban a alojarse en el Waldorf, donde vivieron por mucho tiempo ex presidentes de Estados Unidos como Herbert Hoover y Dwight Eisenhower, además del general Douglas MacArthur.

Símbolo de un país

El hotel le dio su nombre a una ensalada, que combina manzanas, apio, uvas y nueces y que ha pasado a ser un plato típico de Estados Unidos.

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Todavía no se han completado los planes para la renovación, pero miembros de la industria hotelera dicen que el nuevo Waldorf tendrá el mismo concepto que el Plaza, que fue renovado hace una década y es hoy un hotel pequeño con departamentos privados. Anbang compró el Waldorf al conglomerado Hilton Worldwide Holdings Inc., que sigue administrándolo.

"Esta puede ser una gran transacción si logran recuperar la inversión mediante la venta de unidades", expresó Bjorn Hanson, profesor de hospitalidad y administración turística de la Universidad de Nueva York.

Unos 1.500 empleados están siendo licenciados debido al cierre.

La Comisión de Preservación de Monumentos Históricos deberá decidir si se conservan ciertos detalles del interior del edificio, incluida la "rueda de la vida" encima de la entrada de Park Avenue, que fue hecha con 140.000 mosaicos de mármol, el "grand ballroom" y el lobby en general, con su estilo art deco y su enorme torre cincelada que sostiene una diminuta Estatua de la Libertad. El exterior ya está protegido por las leyes de la ciudad. (I)