“Los amigos pueden decepcionar, pero Dios nunca decepciona”, dijo el papa Francisco durante el rezo del Ángelus en la plaza de San Pedro, y aseguró: “¡Quien se aferra a Dios no se cae nunca! Dios es nuestra defensa contra el mal que está al acecho”.

Francisco señaló que la mirada de Dios es benéfica y afectuosa, que permanece en vigilia por nuestras vidas. “Vidas que transcurren bajo el peso de tantas preocupaciones que amenazan con quitarnos la serenidad y el equilibrio. Pero esta ansiedad es a menudo inútil, porque no puede cambiar el curso de los acontecimientos”, sostuvo.

“Jesús nos exhorta con insistencia a no preocuparnos del mañana, recordando que por encima hay un Padre amoroso que no se olvida nunca de sus hijos. Fiarse de Él no resuelve mágicamente los problemas, pero permite afrontarlos con el ánimo justo”, enseñó el papa.

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El pontífice animó a ver en Dios a un Padre cercano. “Dios no es un ser lejano y anónimo. Es nuestro refugio, la fuente de nuestra serenidad y de nuestra paz. Es la roca de nuestra salvación, a la cual podemos adherirnos con la certeza de no caernos”, dijo Francisco.

“Nos alejamos del amor de Dios cuando andamos buscando obsesivamente bienes terrenales y riquezas”, remarcó.

“Fiándose de Dios, que no defrauda, haciéndonos administradores fieles de los bienes que Él nos ha dado, pero sin sobreactuar, como si todo, incluso nuestra salvación, dependiera solo de nosotros”, indicó.

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Francisco dijo que esa actitud exige una elección clara. “No se puede servir a Dios y a las riquezas’. O el Señor, o los ídolos fascinantes más ilusorios”, mencionó.

“Esta elección debe hacerse de manera clara, y renovarse continuamente, porque las tentaciones de reducirlo todo a dinero, placer, y poder son constantes”, prosiguió el papa.

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“Honrar a estos ídolos conduce a resultados tangibles, aunque fugaces, escoger a Dios y a su Reino no siempre muestra de forma inmediata sus frutos. Es una decisión que se toma en la esperanza y que deja en manos de Dios su plena realización”, sostuvo el papa Francisco. (I)

Apuntes
Histórica visita papal

Iglesia anglicana
El papa Francisco se convirtió ayer en el primer pontífice en visitar una iglesia anglicana en Roma al acudir al templo All Saints. “Hace más de 200 años tuvo lugar el primer servicio litúrgico anglicano en Roma para un grupo de residentes ingleses”, dijo el papa en su homilía, según la agencia AFP. “Hoy, gracias a Dios, nos reconocemos por lo que somos realmente: hermanos y hermanas en Cristo”, mencionó, pero reconoció dificultades. “El camino de una plena comunión puede parecer lento e inseguro, pero hoy nos podemos sentir alentados por nuestro encuentro”, declaró.