A los ‘nuevos’ no les fue tan bien en las elecciones del domingo último. Las agrupaciones que se estrenaron del todo o con relación a su anterior participación en una contienda nacional no alcanzaron sus metas.

Ninguna ubicó a su binomio presidencial como finalista para la segunda vuelta, dos llegarían a la Asamblea a través de una representación nacional, y quizás dos coloquen a un delegado en el Parlamento Andino, pero bajo una alianza.

Ocho de las 16 organizaciones políticas nacionales que participaron en los comicios del 19 de febrero son nuevas porque su actual registro tiene menos de tres años.

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Dos se estrenaron en unas votaciones: Fuerza Compromiso Social y Unión Ecuatoriana; una terció por primera vez con el carácter de nacional: Centro Democrático; y cinco lo hicieron bajo un nuevo ‘membrete’, pero con parte de su antigua militancia: Unidad Popular (UP), Izquierda Democrática (ID), Fuerza Ecuador (FE), Adelante Ecuatoriano Adelante (AEA) y Concertación.

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De las ocho, Centro Democrático, AEA y Concertación no postularon para Carondelet. El resto sí lo hizo, pero en ningún caso consiguió siquiera el 10% de votos para esa dignidad.

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La UP e ID salieron mejor que los otros ‘nuevos’, pero lo hicieron en alianza con Pachakutik (PK) para la candidatura presidencial.

Tal alianza registró 6,71% de votos en el país, ubicándose en cuarto lugar de entre ocho aspirantes a esa dignidad.

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Iván Espinel, de Fuerza Compromiso Social, quedó sexto, pero dijo sentirse “muy contento” por la “aceptación” que recibió en las urnas. Y recordó que compitió contra “estructuras formadas, con poder económico, o con apellido”.

A Espinel lo superó por una diferencia de 1,62%, el presidenciable de FE, Abdalá Bucaram Pulley, y quien posee trayectoria política.

FE y la ID serían los únicos, de los ocho ‘nuevos’, en llegar a la Asamblea con sus candidatos nacionales.

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El conteo rápido de Participación Ciudadana proyectó que cada uno tendría un escaño, de los 15 que se eligen.

Estos partidos, al igual que UP, estrenan registro electoral, pero no son nuevos en la política porque se crearon con las bases de sus antecesores.

Los de FE e ID, incluso pusieron presidentes en el siglo anterior. Pero hace unos años, ellos y el predecesor de UP perdieron su vida jurídica y tuvieron que reinscribirse.

El director de UP, Geovanni Atarihuana, opinó que el tiempo que llevan con esta “nueva identidad” no ha sido suficiente como para posicionarla.

Justificó así el no haber obtenido “los objetivos electorales” trazados, sin admitir un fracaso en las urnas para este caso o el de parlamentario andino.

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Admitió que para este último, la UP y sus aliados habían pronosticado dos espacios.

Hasta el pasado viernes la alianza ID-UP-PK registraba 11,09% de votos, con los cuales ganaría una curul, reconoció Atarihuana.

La cuota la representaría una dirigente de PK con amplia trayectoria política.

El analista Jorge León concluyó que los ocho ‘nuevos’ han quedado como “minorías dentro del espectro político (del país)”, debido a la “polarización política” que, según él, ha marcado el movimiento de gobierno Alianza PAIS.

“Ya no hay espacios para ellos a nivel nacional”, anotó.

Además, León opinó que los cinco grupos que cambiaron de ‘membrete’ han “perdido el electorado que tenían, (que) en gran medida ha pasado a Alianza PAIS”. (I)