El mandatario Rafael Correa no habla de fraude sino de “intentos aislados de fraude” en el proceso de elección presidencial, el cual dice que tuvo “errores” que perjudicaron al binomio de Alianza PAIS (AP), Lenín Moreno y Jorge Glas.

El jefe de Estado reunió ayer a los ministros en el salón de Banquetes de la casa de Gobierno para realizar el llamado ‘gabinete presidencial’, que se inició con el análisis de los resultados de las elecciones generales del 19 de febrero pasado; y en una decisión poco usual permitió que los periodistas puedan escucharlo un momento.

Como parte de su evaluación calculó los escaños que lograrían en la Asamblea, que anticipa están entre los 72 y 75.

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Aseguró que los políticos de oposición han presentado “cero” denuncias por supuesto fraude, al contrario de AP.

“Los que hemos presentado denuncias somos Alianza PAIS, porque hay 2.000 actas adulteradas, que no creemos que sea fraude, son errores. Por ejemplo, como Lenín estaba en el último de las listas, cuando se escaneaban las actas, no salía la votación, y nos perjudicaron con 2.000 actas, y se presentó la protesta”, enfatizó.

Creen incluso que hay la “existencia de un programa informático” para, supuestamente, “cambiar el número de votos”, del que no dio detalles.

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Pidió a los opositores denunciar si hubo fraude. Y presentó dos videos –que hoy se verán en el enlace sabatino– en los que aclara al binomio de CREO, Guillermo Lasso y Andrés Páez, que las presuntas actas o papeletas que enseñaba a la gente durante las protestas en los exteriores del CNE eran “guías de capacitación”.

De esos manifestantes, dijo, no son quiteños los que exigían los resultados del conteo de votos, sino “un puñado de pelucones”, a los que llamó “la rebelión de los smartphones y de los croissants del Chez Jerome. ¡Hablando con los smartphones, haciendo que los niños trabajadores les lustren los zapatos y sirviéndose croissant del restaurante más caro del país!”, les increpó.

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A su juicio, lo “más prudente que hizo” el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue no presentar el conteo rápido, “frente a tan poca diferencia con el 40%, para ver si había o no segunda vuelta, fue trabajar con conteo real, tal vez no lo comunicaron bien, pero trabajar con proyección habría sido suicidio”.

Analizó la “paupérrima” votación (6,71%) que alcanzó Paco Moncayo, del Acuerdo Nacional por el Cambio, quien tildó del “candidato pasmado”, que perdió porque Pachakutik y los indígenas lo traicionaron. “Esos votos son socialdemocracia pura, que está muy cerca de AP. Traicionaron a Moncayo y apoyaron a Lasso”.

De la expresidenciable socialcristiana Cynthia Viteri opinó que la votación que obtuvo (16,31%) “no fue ideológica” sino por “género”.

Doris Soliz, dirigente de AP, asistió a esta reunión y adelantó que la votación “socialcristiana no es endosable a Lasso”. (I)

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