La tasa de desempleo de Brasil subió mucho más de lo esperado en el trimestre móvil terminado en enero debido a una recesión severa que ha dejado un récord de casi 13 millones de personas sin trabajo, mostraron ayer datos del Gobierno, que acentúan la presión sobre la política de ajustes impulsada por el presidente Michel Temer.

El desempleo trepó al 12,6% desde el 11,8% en los tres meses previos, dijo la agencia de estadísticas IBGE, comparado con una expectativa del mercado de 12,4%.

La economía brasileña se contrajo con fuerza en 2016 por segundo año consecutivo, en la peor recesión del país desde que se tienen registros. La tasa de desempleo se ubicaba en 9,5% hace un año.

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El número de personas desempleadas creció el 34,3% frente a enero del 2016, a 12,92 millones, dijo el IBGE.

Según los datos, la tasa de empleo sumada a la de subempleo (personas que trabajan menos horas de las que desearían) se situaba en 22,6% en el último trimestre del 2016.

Caso Odebrecht
Un exasesor de Temer afirmó que recibió “un sobre” de un operador de la constructora Odebrecht, en el centro del escándalo de corrupción de Petrobras, por pedido del jefe de gabinete del Gobierno, Eliseu Padilha, lo que supone un nuevo golpe al núcleo fuerte de la administración conservadora.

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El abogado José Yunes había renunciado en diciembre a su puesto de asesor presidencial, tras haber sido identificado por un exejecutivo de la compañía como mediador de las donaciones ilegales de campaña para el actual mandatario.

Negando cualquier implicación en la trama, el letrado acudió a declarar ante los fiscales, según contó a Radio Estadão.

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Allí relató que Padilha le había pedido en 2014 que recibiera en su despacho unos ‘documentos’ que traería Lucio Funaro, un operador de Odebrecht, a quien Yunes, según dijo, desconocía.

“Padilha me preguntó en aquella época por teléfono si podía recibir un documento, que después una persona vendría a recoger, y eso es lo que yo hice”, indicó Yunes. (I)