Isiderio Cunalata, 50 años, no pudo evitar que su conviviente, Cleotilde Villafuerte, sea arrastrada por la correntada que bajó la madrugada de ayer luego de la fuerte lluvia que cayó en la comunidad Chumaquí, en el cantón Pelileo.

La lluvia estuvo acompañada de rayos y relámpagos. Carlos Guato, sobrino de Cunalata, explicó que su pariente en medio de la tempestad se levantó porque había escuchado un fuerte estruendo afuera de la pequeña vivienda en donde dormían. En menos de dos minutos llegó la correntada, destruyendo todo a su paso. Guato comentó que su tío se sujetó a unas mangueras para evitar ser arrastrado.

Todas las pertenencias que la pareja tenía en la vivienda cayeron por la ladera de más de 500 metros. Algo de lo cual trataban de recuperar ayer en medio del agua lodosa.

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La pareja vivía en la parroquia Huambaló, Pelileo, pero esa noche decidió quedarse a dormir en la casa que tenía en Chumaquí porque planificó levantarse temprano a fumigar la plantación de arveja.

Luis Cunalata lamentó que la correntada destruyera sembríos principalmente de arveja, maíz y tomate de árbol, además que de algunos animales de familias de la zona. (I)