El pasado 8 de febrero, agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) de EE.UU. detuvieron al mexicano indocumentado Fredy del Valle, supuestamente, por haber cruzado en forma indebida una calle en Georgia, lo llevaron a un centro de detención y ahora enfrenta una posible deportación.
“Dile adiós a tu esposo, porque nos lo vamos a llevar”, le dijeron los agentes a Victoria Gutiérrez, con quien Del Valle se casó un día antes. La inmigrante, desesperada, le dijo a Univisión que su cónyuge no tiene antecedentes y tampoco una orden de deportación, como le habían indicado los agentes.
El día anterior, pero en Los Ángeles, California, el salvadoreño Jorge López fue detenido por un agente de migración, vestido de civil, cerca de su lugar de trabajo. La esposa de López es ciudadana estadounidense y él estaba tramitando la residencia, pero pese a ello no escapó de la llamada migra, publicó eldiariony.com.
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“La gente está desesperada, no abre las puertas, no envía a sus hijos a la escuela...”, dijo Belisa Urbina, directora de Ser Familia, una organización que apoya a Fredy del Valle y a la comunidad latina en Georgia, estado en donde las autoridades del ICE detuvieron a unos 200 indocumentados como parte de los 680 que fueron capturados durante las primeras redadas del gobierno de Donald Trump.
También la mexicana Guadalupe García, quien se acercó a las oficinas de inmigración, fue detenida y deportada.
Las detenciones han sembrado el terror entre los hispanos, publicó Univisión.
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Dura ofensiva
Hasta el momento, el gobierno de Trump ha aprobado tres decretos de inmigración. Ayer el secretario del Departamento de Seguridad Nacional, John Kelly, difundió los lineamientos para la aplicación de esas órdenes ejecutivas.
Se amplía extensamente el universo de inmigrantes sin autorización a ser considerados como prioridad para ser deportados, para incluir a convictos de infracciones de tránsito e incluso sospechosos de delitos, de acuerdo con las directrices, publicó la agencia AP.
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Los documentos representan una redefinición radical de las prioridades en la aplicación de las leyes migratorias y, según estas directrices, el grupo prioritario a ser deportado incluye a todos los inmigrantes sin autorización en EE.UU. que han sido acusados o hallados culpables de cualquier delito, incluso gente que no pasó de ser sospechosa. Esto podría incluir personas que han sido arrestadas por robos menores, como robo de prendas, e infracciones menores de tránsito. También la posible expulsión inmediata de todos los que lleven menos de tres años en el país.
Los planes contra la inmigración ilegal que también contempla la contratación de 15 mil nuevos agentes, deja a un lado al DACA, un programa del gobierno de Barack Obama que protege de la deportación a unos 750 mil dreamers, jóvenes que llegaron a EE.UU. cuando eran niños. No obstante, el documento indica que esta última política “se abordará en orientaciones futuras”, publicó cnnespanol.cnn.com. (I)
Medidas
persecución
Poderes a policías
La guía permite que las policías locales actúen como agentes federales de inmigración y ayuden a ubicar, detener, arrestar y deportar a sin papeles. Además, empleados estatales y municipales recibirán poderes extraordinarios para esta tarea.
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