Su día empezó temprano. Antes de las ocho de la mañana, el expresidente de Uruguay y jefe de la misión de observadores internacionales de la Unasur, José Mujica, ya desayunaba en el hotel Sheraton y conversaba con algunos delegados en las elecciones de ayer en Ecuador.

Acompañado de su esposa, Lucía Topolansky, el exmandatario de 81 años acudió pasadas las diez al colegio Vicente Rocafuerte para constatar el desarrollo de los comicios. “Nosotros no fiscalizamos, recibimos los apuntes que nos hagan de distintos lados y tratamos de transmitirlos ordenadamente con transparencia a los organismos electorales y ejecutivos”, comentó luego de visitar la junta 16, donde ciudadanos lo detenían para tomarle fotos que él aceptaba con gusto.

Mujica llegó a Ecuador el pasado viernes y ha mantenido reuniones con los candidatos. “(Ellos) tenían preocupación, porque hay dificultades del padrón, Nos manifestaron eso, nosotros lo trasmitimos con honradez en los informes, lo van a conocer las autoridades y no va a ser ningún secreto”, afirmó el exmandatario.

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Entre saludos, apretones de mano, abrazos y selfies de votantes, Mujica observó el proceso en cuatro juntas del repotenciado Vicente Rocafuerte. Durante su recorrido, Mujica se sorprendió por la presencia de universitarios en las juntas receptoras, algo que, dijo, no ocurre en Uruguay. “Aprendemos unos de otros, por ejemplo, es sorpresivo que hayan movilizado estudiantes universitarios para atender el proceso y me parece interesante, en mi país por ejemplo se movilizan los empleados públicos”, comentó.

También mostró asombro por la separación de género en las juntas. “Ustedes tienen mesa para mujeres, mesa para hombres, y bueno, si van a Río de la Playa nos jalamos la cabeza”, dijo entre sonrisas al tiempo que recalcó: “Recuerden esto: es una decisión civil, que sea lo más transparente posible, pero que mañana lunes la vida del país continúa, pertenecen a la misma familia cualquiera sea la decisión que hayan tomado, hay que aprender a convivir con diferencias”.

Por la tarde, el veedor acudió a la sede del Consejo Nacional Electoral en Guayaquil y volvió al Sheraton, donde recibió los resultados. (I)

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