Libertad de elección en su capacitación profesional fue la motivación de la mayoría de los jóvenes para acercarse ayer a las urnas. En grupos de amigos o acompañados de sus padres, quienes sufragaban por primera vez mostraban un interés en común: elegir un candidato que elimine los exámenes del Senescyt.

“Mi familia quería que votara por la 35 porque iban a subir el bono, pero yo prefiero a Lasso porque prometió ayudar a los universitarios”, dijo María A., quien sufragó en la Unidad Educativa Bilingüe Sagrados Corazones, en las calles El Oro y Quito, en la parroquia Ximena (Circunscripción 1).

Su decisión, recalcó, la basó en su situación actual. “Yo quería estudiar enfermería, esa carrera me gusta pero me salió párvulos. Y me gustaría poder elegir qué carrera estudiar sin verme obligada a decidirme por otra”, sostuvo la joven que acaba de cumplir 18 años.

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En este recinto, los votantes arribaron desde las 07:00, indicó Virginia Chancay, coordinadora del recinto en el que funcionaron 34 juntas (17 de varones y 17 de mujeres).

“Mi voto fue por quien prometió trabajo, porque eso es lo que más necesitamos y porque ya estoy trabajando con ellos”, explicó José A., de 18 años, quien se decidió por el candidato oficialista Lenín Moreno, de la lista 35.

Él afirmó que, antes de acercarse a sufragar, conversó con sus amigos, quienes estaban interesados en el proceso al que accederían por primera vez.

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Samuel L., de 16 años, como otros jóvenes, recibió un certificado que destacaba su primera votación, en la Unidad Educativa Salesiana Cristóbal Colón, en el sur de la ciudad, donde estaban habilitadas 50 juntas receptoras del voto, con 300 personas registradas en cada una, entre hombres y mujeres.

“Estoy nervioso, un solo voto, en este caso el mío, puede decidir quién gobernará el país, y eso es importante. Yo quiero elegir qué carrera estudiar y no que un examen me indique en cuál debo inscribirme”, añadió el joven.

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Melanie C., de 18 años, tuvo una opinión diferente. Para ella, mantener las pruebas del Senescyt obliga a los estudiantes a prepararse mejor y enfocarse en sus estudios.

“Mi voto no tuvo influencia de mi familia, elegí a Lenín (Moreno) porque él mantendrá este proceso y porque quiero estar segura de que el cupo que obtenga en la universidad es por mi propio esfuerzo”, añadió.

En el colegio Salesiano Domingo Comín, Lilia C., de 17 años, esperaba su turno para sufragar. Ella dijo que decidió su voto tras analizar las propuestas de los candidatos. “Una de las propuestas que me llamó la atención fue la de incrementar el empleo”, recalcó.

En otros recintos, como la escuela Ottón Castillo Vélez, en Ismael Pérez Castro y la I, fue evidente la presencia masiva de personas de la tercera edad.

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Tal es el caso de Tarcila Vera, de 87 años, que acudió hasta esta institución, en la parroquia Febres Cordero, en compañía de su hija Mercy Rodríguez.

“Mi mamá siempre vota, aunque para ella no sea obligatorio”, comentó Rodríguez.

Ángela Chávez, de 73 años, también decidió acercarse a las urnas. Su motivación, recalcó, era evitar que su ausencia sirviera para que ganara un candidato que no es de su agrado. “Elegí a la única mujer en la competencia presidencial. Ella prometió ayudar a los jubilados, y yo soy una de ellos, y además hizo énfasis en que dejaría a los jóvenes elegir sus estudios libremente”, sostuvo Chávez.

En cambio, Adela Tumbaco, de 75 años, comentó que asistir a votar es importante para el porvenir del país. “(...) Nosotros también podemos decidir para ver quién dirija este país. Esperamos que el próximo gobierno pague la deuda que tiene con el IESS”, sostuvo Tumbaco.

Juan Javier Esparza, de 66 años, quien sufragó en el colegio La Inmaculada, señaló que su voto fue para mejorar la situación de los jubilados.

“Votamos porque las políticas que se implementen también afectan a la tercera edad”, expresó. (I)

 

En la provincia del Guayas, en las parroquias Ximena y Febres-Cordero, pertenecientes a la circunscripción 1, 781.406 personas estaban habilitadas para votar. Los jóvenes, de 16 y 17 años, y personas de la tercera edad, mayores de 65 años, quienes hicieron uso del voto facultativo, se inclinaron por las ofertas de empleos y facilidades en emprendimientos y estudios.