Soy consolado rápidamente en cualquier momento de necesidad.

Consuelo
Así como un niño que se ha lastimado busca que una persona amorosa lo consuele, yo acudo a Dios por aliento. Un sentimiento sabio y sereno en mí me asegura que todo está bien. También encuentro consuelo en las expresiones divinas en la tierra. Puedo hallar solaz en la belleza de un árbol o en el abrazo de un ser querido. Tal vez sienta alivio gracias a la empatía de un niño o el afecto de una mascota. Dios está en todas partes, así que el suelo mismo que piso es sagrado. Elementos sencillos de calidez como una frazada suave, una taza de té o música tenue son opciones que brindan consuelo. El Espíritu se expresa a mi alrededor y en mí. Encuentro que ese vínculo divino me ofrece descanso en cualquier momento de necesidad.

Josué 2:11
El Señor es Dios en los cielos y en la tierra. (F)