A puertas de una nueva jornada electoral en el Ecuador hay un despliegue de propaganda en todos los medios al alcance de los ecuatorianos. Radio, TV, prensa escrita, volantes, guindolas, afiches forman parte de los medios tradicionales que se utilizan para que los candidatos lleguen con su mensaje a los electores. Ahora, en pleno siglo XXI esta propaganda está ocupando un sitial importante en las llamadas redes sociales sean estas Twitter, Instagram, Facebook y más plataformas, un fenómeno completamente nuevo; la irrupción de las nuevas tecnologías marca un antes y un después en la historia de los procesos electorales del Ecuador.

Desde la segunda década del siglo pasado las formas de hacer propaganda y campaña política en el Ecuador han tenido un proceso de evolución constante. La propaganda para F. C. Bartlett en su obra La propaganda política es capaz de determinar la conducta del más oscuro de los ciudadanos y, al mismo tiempo, de decidir los destinos de las grandes naciones. Aquí haremos un pequeño recorrido de cómo ha ido cambiando las formas de hacer propaganda en los procesos electorales.

1924

En la campaña para las elecciones de 1924 ya durante la consolidación de la revolución liberal la lucha política se daba entre dos facciones: los liberales y los conservadores. Los partidarios de estas tiendas políticas formaban los llamados comités electorales o clubes. Estos organismos se encargaban de realizar las acciones de propaganda y de coordinar y movilizar a simpatizantes en las visitas que realizaban los candidatos a las distintas ciudades del país, en que la mayoría de las actividades electorales se realizaban en los centros urbanos más poblados. Estos comités electorales se formaban por las distintas ramas de la sociedad; así, había clubes de estudiantes universitarios, de industriales, comerciantes, etc. Estos además apoyaban financieramente en la campaña.

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Esto se convertiría en una norma tradicional hasta mediados de los años 40 en que la presencia de la figura de José María Velasco Ibarra y la acción de las organizaciones de izquierda llevaría la política a la movilización callejera.

La propaganda en esos momentos se la hacía mayoritariamente en los diarios pues en esos años el uso de la radio era muy limitado entre la población que además tenía un alto índice de analfabetismo; se publicaban remitidos de casi página entera, mostrando la foto del candidato, acompañado según la ocasión de una nota biográfica, un manifiesto a la nación o las firmas de los auspiciantes de la candidatura o de los miembros del club electoral.

En esos años era impensable un debate entre los candidatos participantes pero en la campaña en1923 ocurrió un hecho interesante, el 27 de noviembre los candidatos Gonzalo Córdova y Federico Intriago dieron una entrevista conjunta en las instalaciones del diario El Día; en el diálogo los candidatos exponen sus propuestas y piden respeto en la campaña.

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1932

Para las elecciones de 1932 en las que gana el Dr. Juan de Dios Martínez Mera la presencia de la mujer en las votaciones fue alta, siguiendo el ejemplo de Matilde Hidalgo que lo había hecho en 1924 y que consiguíó que la mujer pudiera ejercer el derecho al voto. Desde esas elecciones, las mujeres fueron incrementando su participación en las lides electorales.

La propaganda y agitación electoral por esos años se llevaba en los púlpitos, cuarteles y en las dependencias del Estado. Esto llevó a que en las elecciones de 1948 el reglamento electoral dispusiera la prohibición de realizar propaganda electoral en oficinas públicas, aulas, iglesias y conventos.

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1948

Para esas elecciones que se realizaron el 6 de junio se dan a conocer por primera vez los resultados electorales por las ondas de radio, CRE realiza la transmisión de los escrutinios, que eran transmitidos por el servicio de telégrafo.

1952

Para el proceso de 1952, la presencia de la propaganda se acrecienta y las imprentas ofrecen sus servicios a las distintas agrupaciones políticas para hacer las hojas volantes, impresiones y otros artículos para la campaña. La radio ha aumentado su cobertura y se transforma en un vehículo para escuchar las propuestas y discursos de los candidatos. No hay candidato que no pase por los estudios de las distintas radios del país.

Y como ahora, los candidatos no solo tienen presencia en diarios, radio, y en octavillas u hojas volantes, su presencia física es necesaria para estar cerca de los electores, por lo que las calles son escenarios de las concentraciones masivas para escuchar a los candidatos, y los sitios tradicionales de estas concentraciones son Las cinco esquinas ( sector de Noguchi, Colón, Olmedo, García Avilés cerca de la Bahía), la plaza San Francisco, Puerto Lisa en el suburbio de la ciudad de Guayaquil; mientras en Quito los sitios son la plaza Arenas y la San Francisco, lugares donde candidatos como Velasco Ibarra, Camilo Ponce, Asaad Bucaram, Jaime Roldós Aguilera y León Febres Cordero despliegan su encendida oratoria.

1960

En la década del 60 aparece la televisión en el país, siendo el 4 (actual RTS) el primer canal en transmitir.

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Pronto los medios televisivos se volvieron parte de los mensajes de las campañas políticas; a pesar de ser incipiente, pocos canales, poco público con acceso a este nuevo medio, los candidadatos comienzan a aparecer en pantalla, dando discursos o concediendo entrevistas; se comienzan a emitir los programas de entrevistas y de opinión política. El posicionamiento de la imagen directa en la pantalla va a comenzar a desplazar de a poco a los medios impresos.

Un dato interesante fue cuando el canal 2 (actual Ecuavisa) para las elecciones del 2 de junio de 1968 hace alianza con el banco La Filantrópica para que por medio del sistema informático del banco se den los resultados de la jornada electoral en que salió ganador el Dr José María Velasco Ibarra. La publicidad electoral en la televisión se hizo más fuerte y amplia a partir del retorno a la democracia durante las elecciones de 1978-1979.

Elecciones de antaño

Las elecciones en el Ecuador eran muy diferentes a lo que conocemos ahora, aquí ponemos algunos ejemplos de cómo se manejaban los procesos electorales.

No existía oficialmente un inicio de campaña, esta comenzaba desde el mismo día de la proclamación de las candidaturas.

Las inscripciones para que los ciudadanos habilitados para participar en las elecciones pudieran votar se las realizaba en las juntas electorales de cada parroquia, pues no existía un organismos central para controlar el proceso. Este tipo de inscripciones siempre suscitaba reclamos a las autoridades porque muchas personas se incribían dos o tres veces en las distintas parroquias urbanas, lo que hacía que se dieran irregularidades en el momento de la votación. Para las presidenciales de 1932 se establecieron sanciones para ciudadanos, que iban desde los 50 hasta los 100 sucres de multa, y hasta podía terminar con varios días de prisión y la suspensión de los derechos de ciudadanía.

La duración de las elecciones ha variado con el paso del tiempo; en 1924 duraron 4 días esto es desde el 13 hasta el 17 de enero. Las de 1932 y 1933 duraron dos días. Es desde las elecciones de 1948 que el proceso electoral dura un solo día y desde esos comicios todo la organización de la elecciones la maneja el tribunal electoral.

La campaña electoral no tenía conclusión días antes del día de votación, pues el proselitismo político se lo realizaba hasta el mismo día de la elección por parte de los candidatos y en los medios salí de forma normal la propaganda. Esta situación cambiaría con la ley de Elecciones de 1978; a partir de ese año se da la veda electoral de 72 horas antes de las votaciones.

Desde las elecciones de 1968 aparecen los llamados padrones electorales en los principales diarios del país, avalados por el Tribunal Supremo Electoral.

En el proceso de 1968 se registra la visita de una misión de observadores internacionales de la OEA. (I)