Haciendo referencia a pobres, desempleados, nacionalidades, libertad de opinión y expresión, al diálogo, la Iglesia católica compartió ayer con feligreses su mensaje a propósito de las elecciones de este domingo.

Una Carta de Obispos, cuyos puntos hicieron públicos el mes pasado, se repartió durante la misa dominical.

En ese tríptico se dice que “no puede haber corresponsabilidad sin participación política y ciudadana. El estatismo, el centralismo y el discurso único son una gran tentación de poder y de control. Nadie puede suplir la libertad y la dignidad de las personas”.

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Y también refiere que “la ética política pide a todos una conducta moral intachable. El papa Francisco nos decía: ‘La corrupción supone la destrucción del tejido social’, y ‘es un fraude a la democracia’. Resulta escandaloso que la corrupción se dé al tiempo en que miles de personas viven en el desempleo y las familias humildes experimentan graves necesidades. Los ciudadanos claman por un ejercicio honesto del poder”.

“La corrupción deja en evidencia la falta de control y de fiscalización de las diversas instituciones. Es un derecho social que tienen los ciudadanos”, prosigue el comunicado.

El mensaje de los obispos concluye que “no existen políticos perfectos, pero es necesario elegir a aquellos que más se acercan al ideal de sociedad que, desde nuestros principios y valores, tenemos y deseamos”. A los feligreses se pide orar para que Dios “ilumine la conciencia de los votantes. Pero también por aquellos que serán elegidos. Que quienes nos gobiernen nunca antepongan intereses personales, familiares o de grupo a los intereses del Ecuador”. (I)