El presidente Donald Trump reafirmó la tradicional política de Washington de “una sola China” durante una llamada con su homólogo chino, un cambio de postura que podría mitigar el enojo en China por sus indicaciones previas de que podría usar el acercamiento estadounidense a Taiwán como palanca en las negociaciones sobre comercio, seguridad y otros temas delicados.

Trump reafirmó el jueves por la noche la política de “una sola China” de Washington durante una conversación telefónica con el presidente de China, Xi Jinping. La Casa Blanca y la televisora estatal china CCTV confirmaron que los mandatarios mantuvieron una larga llamada telefónica.

En tanto, ayer Trump recibió al primer ministro japonés, Shinzo Abe, con quien acordó que su pacto de cooperación de defensa, firmado en 1960, se aplica también a las islas administradas por Tokio con el nombre de Senkaku, pero reivindicadas también por China, que las llama Diaoyutai.

Publicidad

En un aparente mensaje directamente dirigido a China, Washington y Tokio apuntaron que se “oponen a cualquier tentativa de apoyar reclamos marítimos mediante la intimidación, la coerción o la fuerza”.

Sobre orden migratoria
Un día después de que una corte federal de apelaciones ratificó un fallo que congeló las restricciones que Trump había impuesto a la inmigración desde siete países de mayoría musulmana, el presidente anunció ayer su compromiso de actuar “con celeridad” para proteger a EE.UU. y sus ciudadanos.

El mandatario no reveló cuáles serían sus próximas medidas para controlar los viajes hacia EE.UU. desde países a los que considera como posibles amenazas terroristas.

Publicidad

“Adoptaremos medidas para preservar la seguridad del país”, afirmó Trump, en la conferencia de prensa con Abe, quien agregó que confía que su decisión prevalecerá.

En la tarde, a bordo del avión Air Force One, dijo que no descarta la firma de un nuevo decreto sobre migración, ante el bloqueo judicial a una medida sobre el tema que firmó hace una semana. (I)