El argentino Pablo Knopoff, quien estuvo de visita en el país, comparte su visión sobre el propósito de las encuestas en campaña. El consultor dirige Isonomía, una empresa con sede en Buenos Aires que realiza estudios de opinión.

¿Cuán importantes son las encuestas durante el desarrollo de una campaña?
Siguen ocupando un lugar para entender qué hay del otro lado, y qué es lo más importante, que es la sociedad. Hay problemas con las encuestas porque cada vez es más difícil predecir comportamientos de sociedades que no están pudiendo predecir qué hacer.

¿Quiere decir que cuando los resultados de encuestas no coinciden luego con los de las urnas, es un reflejo de una sociedad que no sabe qué quiere?
La sociedad tiene muy claro qué quiere: quiere vivir mejor. Lo que no termina de tener claro, una parte de la sociedad, es quién y cómo le pueden permitir esto, y eso es lo que está resolviendo la campaña.

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¿Cómo explicar el revés de ciertas encuestas en los casos del brexit, en el Reino Unido, o de la consulta popular sobre la paz, en Colombia? 
Hay que partir asumiendo que la encuesta es una foto estática de una sociedad que se mueve, y se mueve cada vez más rápido, pero además a veces se esconde. Entonces esa foto tiene cada vez más errores. Y de fondo hay electores que se mueven de manera cada vez más impredecible.

En el país se han organizado algunos debates entre los aspirantes, ¿ayuda esto a disminuir la indecisión?
Un debate como situación expresa, junto a otros que se pueden ir dando, son vitales porque los electores en algún momento miran y eligen quién los representa. (I)