Un día después de que el Gobierno colombiano diera otro paso hacia la paz con el inicio de las conversaciones con el ELN en Quito, el presidente Juan Manuel Santos se ve dentro de una polémica por un supuesto vínculo de su campaña del 2014 en el caso Odebrecht.

Un tribunal electoral investigará las acusaciones de que la campaña política del mandatario habría recibido en el 2014 un millón de dólares de la constructora brasileña a través de un excongresista, Otto Bula, acusado de corrupción.

El gerente de la campaña de Santos, Roberto Prieto, negó la acusación de Bula y el secretario de transparencia de la Presidencia, Camilo Enciso, calificó las acusaciones de falsas.

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Paz en Quito

En tanto, en la hacienda Cashapamba, propiedad de los jesuitas a 30 km de Quito, el Gobierno y el ELN empezaron ayer, cerca de las 09:30, las negociaciones de paz a puerta cerrada. “Vamos a negociar con seriedad y celeridad. Esperamos que el ELN comprenda que estos son tiempos de paz. Y que tenga la lucidez de no dejar ir el tren de la paz. Colombia lo espera”, escribió el jefe negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo.

Según una fuente del Gobierno colombiano, primero abordan dos temas de manera simultánea: “Las dinámicas y acciones humanitarias” y “la participación de la sociedad en la construcción de la paz”. (I)