El costo de la vivienda sigue siendo una de las dificultades con las que se encuentran los becarios ecuatorianos que vienen a estudiar en Cataluña, comunidad autónoma situada al noreste de España, cuya capital es Barcelona.

"Es difícil (conseguir vivienda), no solo para los estudiantes, inclusive para la gente local", dijo Carlos Sandoval, un quiteño de 42 años de edad que desembarcó en Barcelona en el 2013 para hacer un doctorado en urbanismo.

De hecho, los precios de los arriendos en la ciudad se han disparado por el aumento de la demanda, fenómeno que está siendo abordado ampliamente por los medios de comunicación locales. Un reflejo de la situación es que actualmente, en Barcelona, están registrados 3.887 agentes inmobiliarios, 2.263 más que en en el 2010, según un reporte de El Periódico de Cataluña publicado el pasado 29 de enero.

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En este contexto, Sandoval explicó a Diario EL UNIVERSO que el departamento en el que vive lo alquiló a través de una inmobiliaria, empresas que cobran como comisión el equivalente a un mes de arriendo por intermediar en el proceso de arrendamiento. A esta cantidad hay que sumarle la garantía, con lo cual, "para entrar a vivir he tenido que pagar unos 3.000 euros ($ 3.221)".

"Si eres joven, puedes ir a un lugar que no sea adecuado, pero con la familia (ese es su caso), tienes que buscar. Hay muchas viviendas en las que tú ni siquiera puedes ver el sol. Hay dormitorios que dan a pozos de luz", dijo.

Sandoval paga 650 euros ($ 698) mensuales por un departamento de dos dormitorios. "Ha sido una oportunidad, porque he tenido que buscar mucho; departamentos similares están en 800 euros ($ 859)... He visto que hay habitaciones para jóvenes que las alquilan en 300 ($ 322) o 350 ($ 376) euros".

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Precisamente, 380 euros ($ 408) mensuales es lo que paga por una habitación Gabriela Iturralde, ecuatoriana de 27 años que llegó a Barcelona en octubre para hacer una maestría de microbiología avanzada.

Al respecto, Iturralde señaló que algunos dueños de departamentos elevan los precios del alquiler cuando ven que la persona que pregunta es extranjera y mujer. En su caso, Iturralde consiguió su habitación con la condición de permanecer en ella un mínimo de seis meses, caso contrario, no le devolverán la fianza, que también es de 380 euros.

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Para ahorrarse el trabajo de buscar vivienda y evitar ser víctima de estafas, Juan Astudillo, un cuencano de 27 años de edad, apostó por una residencia universitaria, en la que alquila un estudio de 30 metros cuadrados. El problema, dijo, es el costo, ya que el arriendo asciende a 600 euros al mes ($ 645).

Eva María Mera, de 40 años y oriunda de Mapasingue (Guayaquil), comentó que en el 2011, cuando llegó a cursar un máster y un doctorado en demografía, también se decantó por la residencia universitaria. "Mi primer año fue perfecto gracias a eso".

Más adelante, Mera entendió cómo funcionaba el sistema y ya buscó una vivienda por su cuenta. En la actualidad reside en un departamento que lo comparte con otras dos personas en Sant Cugat, un pueblo situado a 26 kilómetros de Barcelona.

Mera aconsejó a las personas que se aprestan a venir a España que entren en páginas web relacionadas con el alquiler de viviendas, que busquen foros en los que puedan leer cómo ha sido la experiencia de otras personas, y que intenten contactar con otros estudiantes que ya han pasado por esta situación. "Eso sí, no dar dinero por adelantado a nadie, porque les podrían estafar". (I)

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