La Iglesia católica de Filipinas criticó la guerra contra las drogas del presidente, Rodrigo Duterte, por crear un “reino de terror” entre los pobres, en sermones leídos en los servicios religiosos del sábado último y que fueron repetidos ayer en las congregaciones del país.

En sus declaraciones más duras contra la ofensiva gubernamental contra narcotraficantes y consumidores de drogas, la Conferencia Episcopal de Filipinas dijo que matar gente no es la respuesta al problema y que era alarmante que hubiera tanta gente que no le preocupase la matanza o que, incluso, la aprobase.

“Una causa aún mayor de preocupación es la indiferencia de muchos a este tipo de error. Es considerado normal, y, lo que es peor, algo que (en su opinión) debe hacerse”, dijeron los obispos en una carta pastoral a la que tuvo acceso Reuters.

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“Una causa adicional de preocupación es el reino del terror en muchas partes para los pobres. Muchos no son asesinados por las drogas. Los que les matan no son obligados a responder por ello”, afirmaron.

Más de 7.600 personas han muerto desde que Duterte lanzó su campaña antidrogas siete meses atrás, más de 2.500 en lo que la policía calificó como tiroteos en las operaciones.

El Gobierno y la Policía niegan las ejecuciones extrajudiciales. La oficina del mandatario no comentó de inmediato la carta de los obispos.

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Al inicio de las misas de la noche del sábado, los sacerdotes leyeron la carta firmada por los obispos de la nación con más católicos de Asia. (I)