Hay 52 políticos brasileños, encabezados por el presidente Michel Temer, su jefe de gabinete, el presidente y expresidente del Senado, el presidente de la Cámara Baja, ministros, exministros, funcionarios, políticos... Todos estarían implicados en el mayor escándalo de corrupción de Petrobras y todos niegan haber cometido irregularidades.

Las investigaciones de la red de corrupción de la petrolera estatal, conocida como Lava Jato –que investiga el desvío de 2.000 millones de dólares–, abre otra etapa en el proceso tras la aceptación oficial del Supremo Tribunal Federal de Brasil (TSF) de 77 nuevas delaciones de ejecutivos de la constructora Odebrecht, que detallan sobornos a empresarios, funcionarios y políticos.

Los testimonios pueden sumar una ola de nuevas denuncias. El TSF ya eligió como nuevo relator del caso a Edson Fachim, quien podrá decidir si un investigado debe ir preso, archivar un proceso o si la policía federal debe cumplir arrestos ordenados por la justicia, publicó Infobae.

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Las 77 delaciones premiadas (confesión a cambio de reducción de penas) son de ejecutivos de la constructora Odebrecht, implicada en la red de corrupción de Petrobras.

Las confesiones permanecerán selladas, pero en una declaración filtrada en diciembre pasado, un exejecutivo, Claudio Melo Filho, aseguró que la constructora había hecho contribuciones a políticos importantes, registró Globo.

De acuerdo con las investigaciones, Odebrecht hacía donaciones a políticos y partidos a cambio de aprobación de leyes de interés para el grupo o de ventajas en licitaciones públicas. Organizaba esta contabilidad paralela a través de su departamento de Operaciones Estructuradas –su “departamento de sobornos”–. Cada político recibía un apodo como código para registrar informalmente las transacciones.

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Hasta ahora suman 259 denunciados y más de 100 políticos y empresarios en la cárcel. En el Congreso más de medio centenar de legisladores son investigados.

El mandatario estaría entre quienes supuestamente recibieron sobornos. Según la declaración de Melo Filho, Temer había pedido en 2014 a la empresa $ 4,2 millones como donación a su partido, el PMDB, y que el pago se cargó a José Yunez, su amigo y exasesor.

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Temer ha dicho que las donaciones al partido fueron declaradas al tribunal electoral.

Desde que asumió el cargo en 2016 tras la destitución de la presidenta Dilma Rousseff, Temer ya perdió seis miembros de su gabinete, alcanzados directa o indirectamente por el escándalo.

Su jefe de gabinete, Eliseu Padilha, y su canciller, José Serra, podrían también ser arrastrados por las delaciones, publicó Clarín. Todos niegan las acusaciones, al igual que el excandidato presidencial Aécio Neves, del partido PSDB, citado en otra filtración del diario Folha de Sao Paulo.

El presidente del Senado, Eunício Oliveira, habría recibido más de $ 600 mil a cambio de un voto favorable, según las filtraciones. Su antecesor, Renan Calheiros, también del PMDB, está acusado por corrupción y lavado. Del partido solo ha caído uno preso: Eduardo Cunha, expresidente de los diputados y artífice del impeachment a Rousseff.

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Las investigaciones han provocado malestar social y protestas desde que se destapó (2014), en un país con un desempleo del 12% en 2016.

El actual presidente de las cámaras de diputados, Rodrigo Maia, aliado de Temer y primero en la sucesión a la presidencia, ya que no hay vicepresidente, también habría recibido donaciones en 2012.

Partido de Lula

Miembros del Partido de los Trabajadores (PT), que gobernó del 2003 al 2016, primero con Inácio Lula da Silva, y luego con Rousseff también aparecen en la lista. Diputados y exfuncionarios de sus gobiernos han sido mencionados, acusados y encarcelados.

El propio Lula, según una filtración de una declaración de Marcelo Odebrecht, que intenta disminuir su condena de 19 años, recibió dinero en una cuenta ‘alimentada’ por el área de Operaciones Estructuradas y manejada por su exministro de economía Antonio Palocci, que fue luego jefe de gabinete de Rousseff y hoy está preso.

La filtración, publicada por Folha de Sao Paulo, dice que las aportaciones se usaron en la sede del instituto Lula y viajes al extranjero para mantener su influencia política.

La red de sobornos se extendió a África y Latinoamérica, en países como Venezuela, Perú o Ecuador. Odebrecht pagó unos $ 788 millones a funcionarios y políticos para garantizar contratos, de acuerdo con un estudio del Departamento de Justicia de EE.UU. (I)

3
Años

Desde el 2014 es pública la investigación sobre la red de corrupción que implica a empresarios y políticos.