Una funcionaria del gabinete del presidente Donald Trump y uno de sus asesores dieron discursos pagados a un grupo de exiliados iraníes, descrito alguna vez por el Departamento de Estado como “una especie de culto.”

Elaine Chao, confirmada esta semana como secretaria de Transporte de Trump, y el ex alcalde de Nueva York Rudy Giuliani han recibido dinero a cambio de hablar ante el grupo Muyaedín-e-Khalq, conocido por el acrónimo MEK.

La organización mató a estadounidenses antes de la Revolución Islámica de 1979 en Irán y más tarde recibió apoyo del dictador iraquí Saddam Hussein. El MEK también organizó estafas de donación y algunos de sus miembros se prendieron fuego en protesta por el arresto de su líder.

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Chao recibió 50.000 dólares en 2015 a cambio de dar un discurso de cinco minutos al ala política del MEK. A Guiliani también se le pagó una suma desconocida para hablar ante el grupo.

Más de dos decenas de ex funcionarios estadounidenses, tanto republicanos como demócratas, han hablado ante el MEK, entre ellos el ex presidente de la Cámara de Representantes y consejero de Trump, Newt Gingrich. Algunos han reconocido públicamente que dieron discursos a cambio de dinero, pero otros no.

Aunque nada habría prohibido que dieran los discursos pagados, plantean interrogantes sobre qué influencia pueden tener los exiliados en el nuevo gobierno de Trump.

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Varios ex funcionarios estadounidenses, entre ellos Giuliani, escribieron una carta a Trump el mes pasado, alentándolo a “establecer un diálogo” con el brazo político del MEK. El grupo de exiliados puede encontrar más abiertas que nunca las puertas con el gobierno de Trump: Trump vetó la entrada a Estados Unidos de iraníes, su gobierno exhortó días atrás a poner a Irán “sobre aviso” y le impuso nuevas sanciones el viernes.

Una posible alianza con el MEK vincularía a Estados Unidos con un grupo polémico que ha ido en contra de los propios intereses estadounidenses, como al apoyar la Revolución Islámica de Irán y la toma de posesión de la embajada de Estados Unidos en Teherán.

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Después de huir de Irán, el MEK unió fuerzas con el dictador iraquí Saddam Hussein. Posteriormente expuso detalles del programa clandestino nuclear dirigido por Irán, que ve al MEK como su peor enemigo.

“Los Muyaedín han apoyado al caballo ganador y van a tener al menos una entrada en el gobierno“, opinó Ervand Abrahamian, profesor de la City University of New York, quien escribió un libro sobre el MEK.

“Creo que debilita a Estados Unidos porque cuanto más tengan acceso al gobierno, más gente en Irán va a tener miedo de cualquier cosa que haga Estados Unidos”.(I)