Ayer había alegría y celebración en aeropuertos de EE.UU. y de otros países. Ya no había lágrimas ni angustia.

“Finalmente, lo hicimos. Estoy muy feliz de que vamos a viajar hoy (ayer)”, dijo Fuad Sharef, un iraquí con una visa para EE.UU. que fue impedido junto con su familia de abordar un vuelo a Nueva York hace una semana. Su alegría era también la de otros miles de ciudadanos que quedaron varados en aeropuertos tras la aplicación del decreto del presidente Donald Trump, que prohibía el ingreso al país a refugiados y ciudadanos de siete países de mayoría musulmana y que ayer fue suspendido por la decisión de un juez federal.

La aplicación de la decisión fue inmediata. Se detuvo la revocación de unas 60.000 visas y algunas compañías aéreas volvieron a transportar hacia EE.UU. a los pasajeros que fueron afectados por la orden ejecutiva que firmó Trump el pasado 27 de enero y que desató críticas, protestas en el mundo y líos diplomáticos.

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La polémica orden ejecutiva 13769 impulsada por Trump quedó suspendida en todo el país por la decisión del juez federal James Robart, de Seattle, quien otorgó, el pasado viernes, una medida de amparo para que cese temporalmente la orden ejecutiva.

La sentencia de Robart se aplica en todo EE.UU. y prohíbe a los trabajadores federales del país ejecutar el polémico decreto.

La resolución provocó la ira del nuevo mandatario. “¡Tenemos que mantener al ‘diablo’ alejado de nuestro país!”, dijo ayer Trump en varios tuits.

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“Cuando un país ya no tiene capacidad de decir quién puede entrar y salir, sobre todo por razones de seguridad, hay grandes problemas”, escribió en otro desde su residencia de Mar-a-Lago, en Florida.

“Hoy ha prevalecido la Constitución. Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente”, dijo, en tanto, el fiscal general de Washington, Bob Ferguson, quien había calificado de ilegal el decreto de Trump. Añadió que espera que el mandatario “cumpla con esta orden” y que detenga su aplicación en los puertos de entrada al país.

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“La ley es algo poderosa. Tiene la capacidad de pedir cuentas a todo el mundo, y eso incluye al presidente de Estados Unidos”, refirió Ferguson.

La Casa Blanca indicó que el Departamento de Justicia presentará lo antes posible una petición de emergencia para suspender “esta indignante orden y defender la orden ejecutiva del gobernante.

El decreto impide la entrada de los ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen durante 90 días. También bloquea el programa de acogida de refugiados durante 90 días, y de forma indefinida en el caso de los sirios.

Una bebé iraní que padece una enfermedad cardiaca y que requiere una cirugía también estaba entre quienes ya pudieron tramitar el viaje a EE.UU. Los médicos se comprometieron a tratarla de forma gratuita, dijo el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo. Ella junto a sus padres se quedaron varados en Dubái tras la prohibición de ingreso por el decreto, publicó bbcmundo.com.

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Presión por nominado
El vicepresidente estadounidense, Mike Pence, prometió ayer que el nominado a la Corte Suprema Neil Gorsuch se integrará al máximo tribunal “de una forma u otra”.

Al menos un senador demócrata ha dicho que bloqueará la nominación de Gorsuch, quien de ser confirmado, integrará una Corte de ala conservadora que deberá tomar decisiones de última instancia en temas clave de Trump como migración o aborto. (I)

 

Hoy ha prevalecido la Constitución. Nadie está por encima de la ley, ni siquiera el presidente”.