La demanda en lubricadoras y talleres mecánicos se intensifica en estos días, y en ello inciden la estación lluviosa y la matriculación vehicular con su respectiva revisión técnica, cuya calendarización empezó ayer con los carros cuyo último dígito de placa termina en 1.

Cambio de llantas y de aceite; revisión del tren delantero y de la suspensión; reemplazo de los rulimanes de las ruedas, de los limpiaparabrisas, entre otros, son parte de los trabajos más solicitados en la actualidad, según técnicos automotrices y electromecánicos consultados por este Diario.

Hipólito Hurtado, propietario de un bus escolar de la cooperativa 13 de Agosto, llegó a un local automotriz, el domingo 29, para hacer revisar el aceite del carro. Un día antes, su mecánico, le dijo que el vehículo tenía problemas con eso.

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Él recordó que en este mes circuló por calles anegadas.

“Cuando hay calles inundadas tiende a absorber agua las partes como la caja, la corona. Se mezcla el aceite con el agua y es un problema”, contó.

En el local automotriz le confirmaron que el problema era el aceite y que debía cambiarlo. Él pensaba gastar unos $ 70 en eso, porque pidió que le pongan unos aditivos para proteger el aceite. Aquello dijo era una inversión para evitar daños en la caja, que de darse esto último le saldría cara la reparación.

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Para Ulises Serrano, mecánico automotriz, con más de 25 años de experiencia, la vida del conductor está siempre en los frenos y en la dirección.

Ambos sistemas más la emisión de gases, la suspensión y alineación son cinco de los principales aspectos que se verifican en la revisión técnica que la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) hace a través del consorcio SGS.

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“En las llantas traseras se acumula el lodo, la tierra y sucio. Y si está sucio y está lloviendo, usted frena y el carro sigue rodando, porque este lodo hace que patine el freno”, explicó el mecánico Serrano.

El técnico le revisó esas piezas a una camioneta, el domingo 28, en su local, Taller Ecuador, ubicado en Callejón Octava (Leopoldo Izquieta) y Pedro Pablo Gómez. Por el trabajo, que incluía la revisión de frenos, rótulas y terminales, pensaba cobrar $ 80.

Byron Polo, propietario del lubricentro Don Polo, en Esmeraldas entre Gómez Rendón y Maldonado, dice que las llantas (delanteras y traseras) deben estar en óptimo estado porque con las lluvias el carro necesita tener un mayor agarre en la carpeta asfáltica.

Coincide con Serrano en que es vital la revisión del tren delantero y de la suspensión (rótulas, terminales, bocines), ya que con baches y huecos en las vías se dañan los carros.

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Agrega que también se debe proteger, de alguna manera, a los vehículos de la humedad, con la utilización de productos como el grafito líquido, que junto con la lavada del carro está entre $ 15 y $ 20. (I)