El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, dijo ayer que “parecía imposible” imaginar la desmovilización de las FARC y calificó de positivas las movilizaciones iniciadas por esta guerrilla el pasado sábado a las 26 zonas veredales transitorias de normalización.

La idea es que en estos lugares, en un plazo máximo de seis meses, deberán dejar las armas y empezar su tránsito a la vida civil bajo observación de Naciones Unidas.

Santos sostuvo que hasta la fecha hay más de 4.000 guerrilleros ubicados en los sitios de desarme y que “esta semana” llegarán unos 2.000 más. Se espera un total de 6.300.

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La concentración de las tropas insurgentes estaba prevista para el 31 de diciembre en el acuerdo de paz firmado en noviembre, pero se postergó hasta esta semana por problemas logísticos. Sin embargo, el jefe del grupo rebelde, Rodrigo Londoño, alias Timochenko, se había quejado de que en algunos faltaban adecuaciones y que otros falta construir.

Tras la paz con las FARC, el Gobierno confía ahora en conseguir la “paz completa”, con un pacto con el ELN, alzado contra el Estado desde 1964 y última guerrilla activa.

Para esto, ambas partes se aprestan a lanzar negociaciones formales el 7 de febrero en Quito, luego de más de tres años de acercamientos confidenciales. Solo falta que hoy, como estaba previsto, libere al excongresista Odín Sánchez. (I)