José Cabrera Pillajo tenía 76 años de edad cuando desapareció el 9 de marzo de 2007 y desde entonces sus seis hijos nunca más volvieron a saber de su progenitor.

La Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsiones y Secuestros (Dinased) conjuntamente con la Fiscalía del Azuay empezaron el viernes último una diligencia dentro de las investigaciones de esta desaparición.

Desde tempranas horas comenzaron a cavar en la parte delantera de su pequeña casa de ladrillo sin terminar y que ahora está desocupada, en la parroquia San Joaquín.

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Juan Carlos Ruales, director de la Dinased, dijo que tienen información de que Pillajo fue asesinado y enterrado en ese lugar. Zoila Cabrera, una de las hijas del desaparecido, refirió que un detenido, acusado de la muerte de un alcohólico en el sector de la feria libre, hace un par de años, sería autor de la desaparición de su padre.

Los hijos viven junto al terreno que fue de su padre y empezaron a construir otra vivienda en la parte en donde ahora se indaga. Ellos tienen esperanza de que se halle la osamenta de su padre para darle sepultura.

Hasta las 16:30 de ese día no hallaban el cuerpo. (I)