Gran Bretaña obtuvo el domingo una exención en las nuevas restricciones de entrada a Estados Unidos para sus ciudadanos naturalizados y aquellos que sean binacionales de alguno de los siete países afectados por el decreto del presidente estadounidense, Donald Trump.

El ministro de Relaciones Exteriores británico, Boris Johnson, obtuvo esta exención a través de "conversaciones con el gobierno estadounidense", explicó el ministerio en su página web.

Los pasajeros que tengan la ciudadanía británica y la de uno de los siete países concernidos por la prohibición de entrar a Estados Unidos (Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán, Siria y Yemen) "que viajen a Estados Unidos desde otro país" distinto a esos siete no se verán afectados por la medida, aseguró el ministerio.

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Solo los binacionales "susceptibles de ser sometidos a comprobaciones suplementarias serán aquellos llegados de uno de esos siete países, por ejemplo, un libiobritánico que viaje a Estados Unidos desde Libia", agregó.

Por último, las autoridades aseguraron que todos los británicos "nacidos en uno de esos países" podrán viajar a Estados Unidos a pesar de que lo hagan desde Irak, Irán, Yemen, Siria, Libia, Somalia o Sudán.

El decreto del presidente estadounidense provocó una gran polémica en el mundo. En Gran Bretaña, la primera ministra Theresa May acabó denunciando el texto, tras haber sido muy criticada por haber rechazado hacerlo.  (I)