Los 40 sacos de arroz que obtuvo de su reciente cosecha están embodegados en un galpón del recinto La Elvira, en la jurisdicción de Santa Lucía.

Antonio Guaranda, productor de esa zona, adoptó esa decisión con la esperanza de que en los próximos días mejore el precio. Dice que por el grano en cáscara querían pagarle $ 28 la saca de 220 libras.

“Ese precio no compensa en nada estos tres meses de esfuerzo”, sostiene con desazón Guaranda, al recordar que en la misma temporada del año pasado recibió más de 35 dólares por saca de arroz en cáscara.

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La caída de los precios, que venía dando señales desde el último trimestre del año pasado, se acentuó más las últimas semanas. Antes de enero, el precio de compra del arroz en cáscara se mantuvo entre $ 35 y $ 37, dependiendo la calidad.

“Esto está mal, uno casi está regalando su trabajo”. “Uno siembra y no saca ganancia”, “Los precios están muy bajos”, son las quejas que se escuchan en los cantones arroceros.

En las piladoras de Guayas se está comprando menos, pues aluden que tienen suficiente stock. Además culpan al ingreso ilegal de arroz peruano en la baja del precio, que se muestra disperso en el campo.

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Javier Chon, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador, indica que el principal motivo de la caída en los últimos días es la calidad del arroz en cáscara que se está cosechando.

“La llegada del invierno y los riesgos que implica generó que los productores anticipen la cosecha y obtengan baja calidad, con arroces con alto porcentaje de granos verdes, humedad e impurezas. Este motivo llevó a gran parte de piladoras a reducir sus compras”, asegura.

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Dirigentes de productores arroceros reconocen que hay una abundante cosecha que también presiona los precios a la baja. Julio Carchi, vicepresidente de la Junta de Usuarios América Lomas, la más grande de Daule, sostiene que hay sectores de zonas bajas que se arriesgaron a sembrar y esa cosecha entró al mercado y los rendimientos mejoraron. “El mercado está saturado, las piladoras están llenas”, manifiesta.

Para tratar de regular en algo esa caída, la Unidad Nacional de Almacenamiento (UNA) del Gobierno empezó a comprar en $ 35,50 la saca de 200 libras con 20% de humedad y 5% de impurezas. Eso ha mejorado en algo el precio, pero no a los niveles oficiales en las piladoras.

Apolinario Torres, agricultor de Daule, recogía ayer la cosecha en las dos hectáreas que sembró. La producción de 120 sacas que pretendía extraer iba a venderla en $ 30 a un comprador. La venta representaría casi $ 10 menos de lo que aspiraba. Pero, dice, que la vendería así porque le ofrecieron pagar en 8 días. “Si lo entrego a UNA se ve el dinero en más de un mes, en ese tiempo ya siembro otra vez”, añade.

Y es el motivo por el que muchos agricultores deciden entregar la producción a particulares o prestamistas que les entregan dinero para la siembra. “Qué más queda, aquí el único que gana es el intermediario, porque en las tiendas sigue entre $ 0,45 y $ 0,50 la libra”, se queja Omar Vizueta, agricultor de Santa Lucía. (I)

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El precio del año pasado estaba hasta en $ 45 la saca de 205 libras de arroz en cáscara, pero desde octubre el precio fue cayendo a $ 40 y así. Este año se bajó demasiado.Osvaldo Pilaló, agricultor