Las víctimas mortales por una avalancha en el centro de Italia subieron a 14 este martes, al tiempo que disminuyeron las esperanzas de encontrar con vida a alguno de los 15 desaparecidos en un hotel de montaña sepultado por toneladas de nieve y escombro.

Los bomberos localizaron media docena de cuerpos en cuestión de horas este martes, multiplicando por dos la cifra de muertos oficial seis días después del desastre. Los equipos de rescate se llevaron una alegría el lunes al dar con tres de los perritos del Hotel Rigopiano, aunque destacaron que los tres cachorros blancos de perro pastor fueron encontrados en una sala de calderas lejos de donde se suponía que debían estar.

Entre tanto, la agencia italiana de protección civil emitió un aviso a primera hora de la tarde indicando que investigaba los reportes sobre un incidente de helicóptero en la región.

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Con la ayuda de excavadoras, los rescatistas llegaron por fin a la zona central del hotel — el bar y la cocina — y hallaron los cuerpos, explicó el vocero de los bomberos, Alberto Maiolo. No se detectaron señales de vida.

“Lógicamente, las esperanzas se desvanecen a medida que pasa el tiempo, pero seguimos buscando e intentado hacerlo lo más rápido posible”, señaló.

Los primeros funerales por las víctimas se celebrarán el martes. Una multitud se congregó bajo una constante lluvia en la iglesia de Farindola para despedir a Alessandro Gincaterino.

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El jefe de camareros, una de las primeras víctimas en ser rescatada, se había ofrecido a hacer un doble turno el 18 de enero para evitar que un compañero tuviese que ir a hotel con nieve, que alcanzó entre dos y tres metros (entre seis y nueve pies) de altura en algunos puntos.

“Era un gran trabajador. Era muy profesional”, dijo su hermano, Massimiliano Giancaterino. “Este es el recuerdo que quiero conservar de mi hermano, más allá, obviamente, de los recuerdos privados que guardo en mi corazón”.

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La fiscalía investiga si una serie de mensajes perdidos, la subestimación de riesgos y demoras en la respuesta a días de fuertes nevadas contribuyeron a las víctimas de la avalancha del 18 de enero. Además, se estudia la construcción original del aislado hotel, y si debía estar abierto al público en esas condiciones.

Giancaterino, que fue alcalde de Farindola, dijo que no sirve de nada especular sobre si la tragedia podía haberse evitado ahora que la investigación ha comenzado.

“Ahora no es momento de hipótesis”, apuntó. “Es momento para el dolor y, por encima de todo, mis pensamientos van a los familiares y amigos de los que siguen desaparecidos”.

Nueve personas fueron rescatadas con vida de entre los escombros y tres de ellas siguen hospitalizadas cerca de Pescara.

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