“¡Cuidado con una Iglesia que pierde el sabor! ¡Cuidado con un sacerdote, un consagrado o con una congregación que pierde el sabor! ¡Cuidado con la sal que pierde el sabor!”, advirtió el papa Francisco durante la misa por los 800 años de la Orden de Predicadores (Dominicos).
El pontífice celebró la ceremonia en la Basílica de San Pablo Extramuros, catedral de Roma, con motivo de la clausura del Jubileo de los Dominicos, según el portal ACI Prensa.
Y en su homilía Francisco también advirtió contra el ‘carnaval’ de la curiosidad mundana. El pontífice recordó cómo Pablo advierte a Timoteo que deberá anunciar el evangelio en medio de un contexto donde la gente busca siempre nuevos maestros, fábulas y doctrinas.
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Ese, explicó el papa, es el ‘carnaval’ de la curiosidad mundana, de la seducción.
El líder de la Iglesia católica sostuvo que Santo Domingo, con sus primeros hermanos, hace 800 años tuvo que moverse en esos dos escenarios. (I)