Leticia Barbarita Guerrero Palacios, de 32 años, fue asesinada a machetazos en un reciente caso de violencia intrafamiliar. Con ella van seis mujeres muertas en el país en este 2017 supuestamente a manos de quienes les profesaron amor.

Y sería el séptimo caso de femicidio en 17 días considerando la muerte a tiros de Carmen Cielo Jaramillo Navarrete, de 42 años, registrada el 29 de diciembre en Chone (Manabí). La habría asesinado su exconviviente Idilio Wellington Párraga Santos, de 50 años, cuyo cadáver fue encontrado en la escena. Él se habría suicidado.

Leticia Guerrero fue atacada el domingo pasado en la parroquia Patricia Pilar, cantón Buena Fe (Los Ríos). La Policía detuvo como posible autor a su pareja, Filiberto Valencia, de 39 años, quien según el parte de los uniformados fue encontrado colgado de una viga, en un intento por suicidarse.

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El cadáver de la víctima era velado ayer en el recinto Poza Honda. Según familiares, llevaba una relación tensa por falta de dinero y señalaron que ella sufría de maltratos físicos, psicológicos y sexuales.

En Navidad, contó una vecina, Leticia sufrió la penúltima agresión. Afirmó que tenía en el cuello marcas de manos y rasguños. “Mi amiga me dijo que la quiso ahorcar, que logró zafarse porque le pateó cerca de los testículos”, sostuvo.

A Leticia, su madre Lilian Palacios le había puesto un vestido blanco. Parientes decían que querían despedirla en paz, luego de supuestamente ocho años de violencia con su pareja.

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La mamá dijo que Leticia en varias ocasiones pensó separarse de Filiberto, tenía una boleta de auxilio. “Tenían una deuda de $ 500 por la luz y no tenían plata para pagar los gastos, eso lo ponía violento”, señaló.

Una hermana refirió que en cada pelea se separaba momentáneamente de su pareja, que Leticia se iba a casa de su progenitora, pero que al poco tiempo él la buscaba. “Se le arrodillaba, le pedía perdón y ella regresaba con él, la falta de dinero para mantener a sus hijos la obligaba a perdonar”, indicó.

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Según sus familiares, las agresiones que vivió no solo eran físicas, sino también psicológicas y sexuales, por los insultos y porque la obligaba a mantener relaciones íntimas. “Ella me contaba muchas cosas de los maltratos y yo no sabía qué hacer”, agregó otra hermana.

Un día antes de que muriera, su vecina, que la llamaba de cariño Brujita, quedó en regalarle $ 10 para que huyera a Quevedo junto con sus cinco hijos, tres de un compromiso anterior y dos de Filiberto. “No logré darle la plata para que se fuera, aún estaría viva”, sollozó.

Los hijos que tuvo con su agresor, de 5 y 8 años, testigos de la muerte, intentaron defenderla. En ese afán, ambos recibieron cortes en los dedos y se recuperan de las heridas junto a su abuela. Mientras, el padre fue llevado al centro penitenciario de Quevedo donde espera su juzgamiento. (I)

Apuntes
Las víctimas

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29 de diciembre del 2016
Cielo Navarrete, de 42 años, en Chone (Manabí).

1 de enero del 2017
Geoconda Sellán (29), en plan habitacional Ciudad Victoria, Guayaquil.

4 de enero
Marcia Ordónez (28), en la parroquia Conoco, Quito.

4 de enero
Celeste Vera (32), en la parroquia Colón, Portoviejo.

7 de enero
Romina Cervantes (22), en Manta (Manabí).

7 de enero
Fernanda Morocho, en Milagro (Guayas).

15 de enero
Leticia Guerrero (32) en Patricia Pilar, Buena FE (Los Ríos).