El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, presentó ayer su informe anual ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) y no ante el Parlamento. Un hecho sin precedentes en Venezuela.

Maduro acudió a rendir cuentas de su gestión al TSJ seis días después de que la Asamblea Nacional lo declaró en “abandono del cargo”, acusándolo de incumplir deberes y provocar la grave crisis que sufren los venezolanos (el FMI proyecta en 1.660% la inflación para 2017).

“Eso es un acto bochornoso, una irresponsabilidad. Habrá justicia frente a tanto desacato y tanta conspiración”, manifestó Maduro en su discurso, al referirse a la decisión parlamentaria, a la cual calificó de ser un “manifiesto golpista”.

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El presidente del Parlamento, Julio Borges, declaró a la prensa que no presentar el informe ante la Asamblea ratifica que Maduro “está fuera de la Constitución”.

En su discurso Maduro anunció que para continuar “cabalgando la crisis” entrará en vigor hoy el primer decreto de emergencia económica de 2017, con el que gobernó todo 2016.

Además informó que el uso del billete de 100 bolívares se extendía hasta febrero y que hoy entraba en vigor también el nuevo cono monetario. (I)