Aún no puede volver a conciliar el sueño como antes del 21 de septiembre de 2016, cuando un vehículo la embistió y la aprisionó contra otro, mientras cruzaba el paso cebra con la luz roja del semáforo, en la av. Samborondón y Los Arcos (km 1,5 vía Samborondón). El impacto de ese día mutiló sus piernas.

A más de tres meses de la tragedia, se sobresalta mientras duerme, suda y se despierta a la hora de haberse dormido, a las 03:00. Los antidepresivos que toma y sus ganas de salir adelante son vitales en estos momentos, dice María Victoria Peña Tigrero, la víctima.

Ella está a la espera de su recuperación, que es larga, sostiene, y del cumplimiento de la sentencia judicial, puesto que el joven, de 25 años, hallado responsable del accidente permanece en una clínica, sin cumplir la condena de 30 meses de prisión y sin cancelar el pago de más de $ 360.000 como reparación integral, afirma María.

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“Me siento decepcionada de la justicia porque no se ha hecho nada. Estamos a la espera de otra audiencia, el martes. Todo, hasta este momento, sigue igual, a pesar de haber una sentencia escrita, sigue igual, él sigue en la clínica. Las reparaciones no las ha realizado. Ellos persisten en dar una cantidad x, que no es lo que yo necesito”, manifiesta María Victoria.

La audiencia a la que hace referencia es la de apelación de la sentencia que realizará la víctima, María Victoria, y que se cumplirá este martes, a partir de las 08:00, en la Corte de Justicia del Guayas.

Roger Tumalli, uno de los abogados de María Victoria, dice que están solicitando que los jueces aumenten la pena a 58 meses de prisión para el responsable, ya que en el lugar que se dio el accidente se concentran centenares de personas.

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María Victoria cuenta que necesita una reparación inmediata, pues requiere una vivienda en la que pueda movilizarse con la silla de ruedas, porque en la actual –donde alquila– solo puede andar en dos áreas.

“Mi condición del diario vivir no me permite hacer mis cosas, no puedo transitar. Solo me movilizo entre el dormitorio y la sala, no puedo ingresar al resto de los cuartos por la silla, que no entra por ahí. Tengo que estar dependiendo de mi mamá, de mi hermana, que me alcancen una cosa. Es dificultoso, por eso necesito, al menos, una vivienda donde pueda movilizarme”, agrega la mujer.

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Es difícil el hecho de un cambio, de poder caminar libre, de hacer las cosas independiente, y de un momento a otro no poder hacerlas, depender de otras personas, de decidir incluso lo que voy a hacer, lo que necesito, dependiendo si hay una transportación”.

María Victoria comenzó el jueves último con la primera sesión de las terapias física (que fortalecerán sus brazos para que soporten su peso) y ocupacional que requiere para movilizarse con más facilidad.

Un día antes, el 4 de enero, tuvo la primera cita médica en las áreas de Fisiatría, Psquiatría y Psicología del hospital Teodoro Maldonado Carbo del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), donde sigue el proceso de recuperación, para luego recibir las prótesis.

Este miércoles tendrá cita con el traumatólogo, quien evaluará cómo están sus huesos, ya que sus fémures sufrieron fracturas. Si todo evoluciona bien, calcula un poco más de cuatro meses para tener las prótesis.

Las fisioterapias son dos veces a la semana. Y el miércoles último, que tuvo las citas en el IESS, experimentó lo dificultoso que es movilizarse en la silla de ruedas, asegura, pues varios taxis no la querían llevar, a las 18:00, del sur de Guayaquil hasta Sauces 9, en el norte. Esto sin contar las complicaciones de movilidad en las calles, dice.

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Vamos a cuatro meses y el joven sigue en la clínica, sin una justificación (...). Todo, hasta este momento, sigue igual, a pesar de haber una sentencia escrita, sigue igual, él sigue en la clínica ”.

Este Diario buscó, el viernes pasado, una entrevista con el abogado del joven implicado en este accidente de tránsito, quien indicó que mañana nos podía atender, ya que tenía la agenda bien copada. (I)