Estacionó su automóvil al pie de un surtidor de gasolina y mientras una mujer le despachaba el combustible, Kléber Ponce se bajó presuroso del carro, corrió hacia el baño.

Al encontrarse con la puerta cerrada con un candado, el hombre regresó al vehículo. La despachadora le indicó que debía pedir las llaves al encargado de los servicios higiénicos, en una oficina contigua al baño.

Ponce se dirigió a ese punto y allí hizo contacto con quien le abrió la puerta para que él utilice el baño en la estación de las calles Guaranda y Portete.

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Aquella es una escena que se repite a diario en esa y en otras gasolineras que mantienen cerradas las puertas de los baños, aunque eso está prohibido, según la Dirección Municipal de Justicia y Vigilancia.

Eso deja malestar en ciertos usuarios, sobre todo, porque no siempre es fácil ubicar a quien tiene las llaves de los baños.

“De pronto está bien que lo tengan cerrado porque los que andan en la calle lo ocupan y lo dejan sucio, pero en una emergencia, cuando no están ellos ahí es el problema”, refirió Ponce al salir del baño.

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Eduardo Vélez, encargado del mantenimiento de los servicios en dicha estación, justificó la medida. Contó que hay gente que ingresa al servicio para consumir drogas o para llevarse los accesorios.

Por eso incluso también optaron por tener afuera los dispensadores de papel y jabón para que estén visibles, agregó.

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En otra gasolinera situada en la 40 y Portete, una mujer tardó casi tres minutos en hallar al encargado de las llaves. Ella se bajó de un vehículo que ingresó a abastecerse en la gasolinera y al encontrar la puerta cerrada se llevó las manos a la cabeza, sin saber a quién recurrir.

Julio Prieto, jefe de pista, narró que consumidores de droga que deambulan por el sector han encerrado a los usuarios en el baño para robarles.

“Viene el cliente a decir que aquí le han robado y que le repongan sus cosas. O la misma gente se va llevando las cosas de los baños”, manifestó.

En una gasolinera de la Perimetral, contigua al Mall El Fortín, la puerta del baño de varones tiene un letrero borroso que advierte al usuario que debe solicitar las llaves al despachador.

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Al igual que en los otros sitios, Jesús Ayala, administrador, contó que allí se han registrado robos de los accesorios y que indigentes consumen drogas.

En una gasolinera en Quito y Gómez Rendón, el encargado de las llaves de los servicios higiénicos abre y cierra las puertas al usuario.

Al respecto, la Agencia de Regulación y Control Hidrocarburífero señaló que ejecuta controles a las baterías sanitarias de las gasolineras al menos una vez al mes. El informe de esa inspección es remitido al Ministerio de Turismo, pues según acuerdo ministerial del 24 de febrero de 2015, las gasolineras son consideradas sitios de interés turístico.

De ahí que, sostuvo la Agencia, es la cartera de Turismo la única instancia sancionadora. El 4 de enero este Diario solicitó información al Ministerio de Turismo, pero hasta las 18:00 de ayer no hubo respuesta.

La Agencia y la Dirección Municipal de Justicia y Vigilancia coincidieron en que por medidas de seguridad algunas estaciones tienen la potestad de mantener con llave los baños y de facilitarlas cuando el usuarios lo requiera. (I)