Ciudadanos preferían hablar en voz baja. Había temor después de varios disparos registrados en el barrio Cuba.

Las actividades cotidianas en los alrededores del mercado de mariscos Caraguay, en el sur de Guayaquil, se desarrollaban de forma normal hasta que un sujeto disparó por varias ocasiones a un ciudadano que estaba en el interior de un auto.

“Yo estaba desbaratando el árbol cuando escuché pum pum”, contó una mujer, que pidió que se guarde su identidad por temor a represalias.

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Los disparos impactaron en el cuerpo de Carlos Luis Soledispa Paredes, de 36 años. El auto estaba cerca de un puesto de venta de salchicha. Moradores del sector indicaron que Soledispa había pertenecido a la Policía Nacional.

“Cuando escuché los disparos me escondí detrás de la vitrina. Él vivía atrás, por el camal”, dijo otra mujer que se mantenía detrás de una banda amarilla con la leyenda “escena del crimen”.

El sujeto que disparó, relataron testigos, corrió hacia una calle contigua para embarcarse en una moto, que era conducida por otra persona.

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Soledispa fue trasladado a una casa de salud, sin embargo, llegó sin signos vitales.

El vehículo en el que fue atacado el expolicía fue estacionado afuera de su casa. A unas cuadras Este automotor también fue inspeccionado por miembros de la Policía Judicial del Guayas.

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La Fiscalía inició una investigación para determinar el móvil y los autores de este crimen, entre las primeras muertes violentas del año, al menos en Guayaquil.

Diego Fuentes, quien hasta hace unos días estaba a cargo del Ministerio del Interior, informó que en el 2015 ocurrieron 1.021 muertes violentas. En el 2016, la Policía contabilizó 914 casos. Fuentes destacó que “por primera vez se tiene menos de mil fallecimientos en un año”.

El funcionario indicó que del total de muertes violentas, el 55% se produce “por violencia social, es decir, dentro de hogares, por riñas, por violencia intrafamiliar, en donde la Policía no tiene una directa participación”. Así lo recogió una nota publicada en el portal web del Ministerio del Interior. El 45 % restante obedece, añadió Fuentes, a violencia criminal.

Como parte de las cifras del 2016, detalló el funcionario que de las muertes violentas que se registraron en el 2016, en 448 casos se usaron armas de fuego, que representa el 48%. En 2015, este rubro se ubicó en 546, es decir un 52 %.

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Esta reducción, justificó Fuentes, según detalló la publicación, se produjo por los “constantes operativos de control de armas ejecutados”.

107 muertes violentas menos se registraron en el 2016. (I)