Defensores de los derechos de los niños y de las mujeres alzaron la voz con indignación por el caso de prostitución de menores en el que está involucrado un popular presentador de televisión salvadoreña.

"Madres de familia, padres de familia, todos estamos indignados", respondió la secretaria de Inclusión Social, Vanda Pignato, cuando se le consultó sobre el caso.

Alejandro Maximiliano González, conocido como "El Gordo Max", conductor de un popular programa de entretenimiento familiar de televisión, un empresario y otras dos personas fueron capturados y están siendo procesados por participar como clientes de una red de trata de personas que prostituían a menores de edad.

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"No soy delincuente y estoy seguro de que voy a salir libre. Soy inocente", declaró el conductor el miércoles ante la prensa.

La acusación de la Fiscalía General de la República está fundamentada en la denuncia de una menor que se encontraba bajo régimen de protección. Al momento de verse involucrada tenía 13 años y tuvo relaciones sexuales por separado con los cuatro procesados.

Según las investigaciones, adolescentes de entre 13 y 17 años eran engañadas y les hacían creer que trabajarían en modelaje y publicidad, pero en realidad eran vendidas como sexoservidoras, cuyas tarifas rondaban entre 50 y 300 dólares si eran vírgenes. Las niñas eran ofrecidas a través de páginas de internet y una de las victimas informó que los servicios sexuales iniciaban por medio de conversaciones telefónicas y WhatsApp.

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El delito por el que están siendo procesados es remuneración a menores por actos sexuales y eróticos. De ser encontrados culpables podrían recibir una condena de entre tres y ocho años de cárcel. Sin embargo, si les aplicaran la pena mínima podrían salir en libertad condicional.

Los defensores de los derechos de los niños y de las mujeres ahora exigen que sean juzgados por el delito de estupro, que ocurre cuando una persona mayor de edad tiene relaciones sexuales mediante engaños con alguien menor de 18.

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Ahora se debate si las jóvenes involucradas fueron engañadas.

"No hay clientes, son agresores. Son agresores que pagan por ese servicio. Son agresores que pagan por explotar sexualmente a niños y niñas", afirmó la secretaria Pignato.

Pero tanto Pignato como el Consejo Nacional de la Niñez y de la Adolescencia (CONNA) estatal, y la ONG Centro de Estudios de la Mujer (CEMUJER) exigen a las autoridades "profundizar" en la investigación, ya que consideran que podría haber más personas implicadas.

"Una red de tratantes no tiene nada más cuatro clientes, una red de tratantes se sostiene además financieramente de muchas maneras y hay diferentes personas que pudieran estar involucradas y consideramos fundamental que se llegue hasta el fondo", manifestó la dirigente de CEMUJER, Ima Guirola.

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La defensora de los derechos de la mujer aseguró que "El Salvador es un lugar donde la prostitución infantil se ve como algo normal y esto es algo alarmante".

"Ella está en shock, tiene miedo que sea descubierta, que salga en los medios, que la juzguen, porque primero juzgamos a la víctima, después es que juzgamos a los victimarios", afirmó.

A la funcionaria del gobierno salvadoreño también le preocupa que el caso se centre en el presentador de televisión y se olviden de otros posibles agresores vinculados a la red de prostitución. (I)