Ciclistas, automovilistas y residentes de la vía a la costa reaccionaron sorprendidos la mañana de ayer al ver a dos tráileres que transportaban gruesos troncos de madera.

El hecho denotaba un supuesto tráfico de madera, sin que se conozca su procedencia ni destino. Este traslado está regulado en el país. Se lo debe hacer con una guía de movilización, la que se obtiene luego de que los taladores cumplan con una serie de requisitos como resembrar el área deforestada.

En las carreteras del país, sobre todo en las provincias del norte y del Oriente ecuatoriano, hay controles permanentes de parte de efectivos policiales de la Unidad de Medio Ambiente (UPMA), quienes hacen requisas de la madera que no cuenta con los respectivos permisos de movilización.

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EL UNIVERSO solicitó ayer al mediodía al Ministerio del Ambiente detalles sobre este traslado de las grandes trozas. La Unidad de Comunicación en Guayas respondió que ya se estaba tramitando el pedido de información, pero hasta las 18:00 no hubo ninguna respuesta del organismo.

Los tráileres cargados de madera circulaban en sentido Guayaquil-Salinas y uno de los conductores se detuvo a desayunar en un puesto de comida del kilómetro 24. (I)