Enojados llegaban ayer los conductores al sur de Guayaquil. Durante la mañana les tomó a muchos por lo menos 30 minutos salir del congestionamiento que se había formado en el tercer puente de la isla Trinitaria, en la prolongación de la vía Perimetral, donde estaban cerrados dos de cuatro carriles.

Obreros instalaban juntas de caucho en las uniones del viaducto, elementos que soportan la oscilación de estructuras. El personal señaló que tenía previsto trabajar en los otros dos puentes de la Trinitaria.

La instalación de juntas motivó restricciones en semanas anteriores, antes de las festividades de fin de año. Sin embargo, ayer los conductores expusieron su malestar por la columna que se formó de alrededor de 2 kilómetros. Muchos exigieron labores nocturnas para minimizar molestias.

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A las 10:30, Pedro Villao lamentó la probabilidad de no llegar a las 11:00 a su consulta en el hospital. Mientras tanto, la Autoridad de Tránsito Municipal (ATM) buscó dar fluidez al avance de carros. (I)