El grupo yihadista Estado Islámico (EI) reivindicó ayer el ataque contra una discoteca de Estambul en el que murieron 39 personas y decenas resultaron heridas, mientras la policía turca seguía buscando al autor de la matanza.

EI afirmó que el ataque en el club Reina, una exclusiva discoteca situada a orillas del Bósforo, había sido cometido por un “soldados del califato”.

La policía antiterrorista de Estambul detuvo a ocho sospechosos de estar vinculados con el ataque, informó la agencia Dogan.

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El atentado de Año Nuevo llega en un momento en que Turquía trata de reconquistar la ciudad de Al Bab, bastión del EI en el norte de Siria, donde Ankara lleva a cabo una ofensiva contra los yihadistas. El domingo, aviones turcos y rusos llevaron a cabo nuevos bombardeos contra el EI en la zona.

En su comunicado, el grupo yihadista acusa a Turquía, un país de mayoría musulmana, de haberse aliado con los cristianos, en alusión a la incursión del ejército turco desde hace cuatro meses en el norte de Siria para combatir al EI y las milicias kurdas.

Es la primera vez que el grupo extremista reivindica un atentado en Estambul, pero varios ataques contra turistas cometidos en la metrópolis turca ya le habían sido atribuidos por las autoridades.

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En tanto, “el peligro continúa”, recordó ayer el periodista Abdulkadir Selvi en Hürriyet.

“Mientras el terrorista no sea detenido, no sabremos dónde ni cuándo puede cometerse otra masacre”, añadió.

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Investigadores estiman que el asaltante podría estar vinculado a la célula que cometió el triple atentado suicida del aeropuerto Atatürk de Estambul, que en junio pasado dejó 47 muertos. (I)