El Vaticano debería tomar medidas para mejorar las relaciones con China, dijo este martes el jefe de asuntos religiosos del gigante asiático, una semana después de que la Iglesia católica dijo que esperaba “señales positivas” de Pekín.

El papa Francisco está tratando de poner fin a décadas de distanciamiento con China, donde los católicos están divididos entre los leales al Vaticano y los que son miembros de la iglesia oficial que es controlada por el gobierno de dicho país.

Uno de los obstáculos para mejorar las relaciones es el asunto de quién debería poder nombrar a los clérigos de alto rango. Pekín dice que los obispos deben ser nombrados por la comunidad católica local y se niega a aceptar la autoridad del papa, quien es visto como cabeza de un Estado extranjero que no tiene derecho a inmiscuirse en los asuntos domésticos.

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Wang Zuoan, director de la Administración Estatal para Asuntos Religiosos, dijo el martes a la agencia estatal de noticias Xinhua que China “espera que el Vaticano adopte una actitud aún más flexible y pragmática, y tome medidas reales para crear condiciones favorables para mejorar las relaciones”.

El Vaticano dijo la semana pasada que estaba “seguro de que todos los católicos en China están esperando con inquietud señales positivas que los ayuden a confiar en el diálogo entre las autoridades civiles y la Santa Sede y esperan un futuro de unidad y armonía”. (I)