Israel convocó a embajadores de diez países a Jerusalén para reprenderlos y emitió nuevas críticas contra el Gobierno estadounidense por la resolución aprobada en el Consejo de Seguridad de la ONU que demanda el fin de la construcción de asentamientos.

El primer ministro, Benjamin Netanyahu, dijo que Washington conspiró con los palestinos para que fuera aprobada. La Casa Blanca niega la acusación. “Nos sentimos traicionados, extremadamente frustrados. Estamos enfadados. No es así como se trata a los amigos”, dijo el ministro Yuval Steinitz.

Embajadores de 10 de los 14 países que votaron a favor de la resolución y tienen misiones diplomáticas en Israel –Gran Bretaña, China, Rusia, Francia, Egipto, Japón, Uruguay, España, Ucrania y Nueva Zelanda– fueron citados en Jerusalén.

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La mayoría de países considera los asentamientos israelíes en Cisjordania y Jerusalén Oriental como ilegales y un obstáculo para la paz con los palestinos.

Israel anuló visitas de ministros, ordenó terminar con todos los programas de ayuda a Senegal y ha prometido reducir financiamiento de algunas agencias de la ONU. (I)