Ya pasaron ocho años desde que Saskia Flores se desprendió de su madre, de su hogar. En ese entonces tenía 10 años y no entendía por qué su mamá, una estilista a domicilio, la dejaba en el Hogar Calderón Ayluardo de la Junta de Beneficencia de Guayaquil (JBG). Con el pasar del tiempo entendió que fue lo mejor: “No podía dejarme sola en casa porque es peligroso. Vivíamos en el sur de la ciudad, no recuerdo el lugar exacto”, dice Saskia.

Hoy con 18 años espera terminar la secundaria y estudiar Medicina o aprender idiomas para ser azafata. Su madre no habría podido costear la educación que ha recibido. Este hogar para niñas en riesgo que son becadas de forma integral es una de las actividades que se financian con la compra de la Lotería Nacional y las donaciones de la JBG. Las menores de edad pasan de domingo a viernes en la institución.

Saskia pasa de domingo a viernes en el Hogar Calderón Ayluardo, ubicado en General Gómez entre Coronel y Noguchi, en el sur de Guayaquil, y los fines de semana va donde su madre. “Antes no toleraba que me haya dejado acá, pero ahora entendí que fue por mi bien”, afirma.

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Su educación se retrasó porque cuando estaba en noveno año de educación básica le diagnosticaron miastenia gravis (enfermedad neuromuscular) que debilita los músculos, por lo que perdió ese año. Desde entonces depende de la pastilla Mestinon de 60 mg que cuesta

$ 2 cada una. Debe tomar doce diarias para evitar el avance de la enfermedad.

“Por medio de la JBG me ayudan, pero cuando no hay, mi mami debe conseguir. El mes pasado estuve mal porque no tomé por seis días. Tuve que descansar y mi mamá hizo todo lo posible por comprar las pastillas y me recuperé”, dice Saskia.

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María Alexandra Cueva, administradora del Hogar Calderón Ayluardo, afirma que la función es dar una oportunidad a estas niñas para que tengan una educación de mejor calidad. “Son niñas que vienen de hogares disfuncionales con dificultades económicas. Mayo, julio son meses difíciles. Acá necesitamos material didáctico como fómix para manualidades”, dice. (I)

En total 98 menores en riesgo social viven en el Hogar Calderón Ayluardo.