“Paramos un taxi color amarillo (...), el chofer del taxi junto con el sujeto que se subió por la Federación Ecuatoriana de Fútbol, que queda por la av. Las Aguas, procedieron a abusar sexualmente de mí, de forma anal, bucal y vaginal. Después de que me ultrajaron, llamaron por celular a los otros sujetos del otro carro, diciéndoles que ya habían sacado todo el dinero de la tarjeta de débito de mi novio y, luego de eso, nos dejaron abandonados”. Es parte del relato de una mujer de 32 años.

A ella y a su novio los asaltaron y agredieron el 15 de diciembre último dentro de un taxi amarillo que tomaron en los exteriores de un centro comercial del norte de Guayaquil. Situaciones como estas se han repetido en esta urbe.

Ellos iban a la coop. Juan Montalvo, pero el chofer se desvió por un callejón. Ahí, con un arma, le pegó un cachazo (golpe) al novio. Luego se subió otro sujeto armado, quien le quitó el abrigo a la víctima y se lo envolvió en la cabeza al joven.

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A ambos los sometieron y les quitaron sus pertenencias. Los delincuentes incluso se dieron tiempo para ir a un cajero y sacar todo el dinero que tenía el joven. Aquello ocurrió en la noche, luego de las 22:00, cuando la mujer salía de su trabajo.

No es la única historia. También hay casos recientes de robos, como denunció en la Fiscalía María C. Ella tomó un taxi amarillo el 14 de diciembre último, pasadas las 07:00, cerca de un hotel de la av. 9 de Octubre, en el centro. Le pidió una carrera a la terminal terrestre y al decirle que tenía un billete de $ 20, el taxista no habría ingresado a la terminal sino que aceleró y siguió por otro rumbo.

Según el relato de María, el conductor llamó a dos sujetos y les dijo que ya iba. Ahí la joven aplastó el botón de pánico, que tenía el carro, y el chofer le contestó que no servía. La tuvo dando vueltas 40 minutos.

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El hombre sacó un cuchillo y ella se botó del carro en movimiento. Alcanzó a halar su cartera, no así la maleta en la que iban $ 800, una laptop, un disco duro, tarjetas de crédito y débitos, joyas, credenciales y documentos personales y de su trabajo, en un viceministerio.

Giovanny P., en cambio, paró un taxi amarillo en las calles Gómez Rendón y Chimborazo para dirigirse a su trabajo. El chofer le brindó un vaso de cola y este perdió el conocimiento. Al despertarse en una clínica vio que no tenía el celular, el dinero, la ropa, los zapatos ni sus documentos personales.

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Jorge Gómez, secretario de la Unión de Taxistas del Guayas, gremio que aglutina a 12.000 afiliados en la provincia (10.000 solo en Guayaquil), dice que hasta el momento no tienen reportes de que sus unidades y conductores hayan estado implicados en estos delitos.

Según él, los operativos de control a los taxistas deberían ser frecuentes, más en estas fechas, ya que –sostiene– en la ciudad habría carros pintados de amarillo que simulan ser taxis, adicional a los que dan el servicio de manera irregular en carros de otro color, conocidos como taxiamigos. “No hay operativos, no hay control”, dice.

Gómez sostiene que los taxis legales tienen cámaras de seguridad, GPS (posicionamiento satelital), botón de pánico conectado con el ECU-911, número de placas pintado también en el techo, el del censo (en puertas) y el logotipo de la cooperativa a la que pertenecen.

Agrega que como parte de sus automedidas de seguridad está una aplicación telefónica, para solicitar un taxi legal.

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Maciel Ochoa Benítez, comandante del distrito Modelo, que abarca a la mayoría de centros comerciales del norte, insta a observar que el carro tenga las medidas de seguridad y a pedir ayuda a los policías que están en la zona, 70 más en estas fechas. La Autoridad de Tránsito Municipal indicó que en 2017 censará a los taxistas de cooperativas para verificar si tienen todo en regla y evitar todo tipo de irregularidades, pues han detectado que incluso taxis amarillos operan con placas blancas, algo que no es legal. (I)

Recomendaciones
Prevención

Verificar unidades
Los taxis amarillos legales tienen el kit de seguridad (cámara, GPS, botón de pánico); los números de la placa pintados en el techo; el sello del censo (en la puerta posterior) y de la cooperativa son pintados, no adhesivos. Las placas son de color naranja. También, los que tienen placa blanca con filo naranja.

Avisar a conocidos
Entre las recomendaciones de la Policía consta: avisar a familiares y amigos la placa del taxi que se toma, luego de verificar que el taxi tenga las otras normas de seguridad antes mencionadas. En caso de peligro se debe avisar a la Policía o al ECU-911.