Siete meses después de que el presidente Barack Obama visitara Hiroshima, la ciudad donde Estados Unidos lanzó una bomba nuclear al final de la II Guerra Mundial, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, acude a Pearl Harbor, cuyo ataque provocó el involucramiento de Washington en el conflicto bélico.

Abe viaja a Pearl Harbor, en Hawái, donde él y Obama esperan poner de relieve la alianza entre ambos países, 75 años después del sorpresivo ataque japonés a esa base naval estadounidense.

Los dos líderes se reunirán el martes en la capital del estado de Hawái, Honolulu, en la isla O’ahu, una de las islas del archipiélago que se halla en medio del Pacífico.

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Abe y Obama visitarán los restos del “USS Arizona“, en el que murieron 1.177 marineros y Marines. Los aún visibles restos oxidados del barco son ahora un memorial.

El 7 de diciembre de 1941 el general japonés Isoroku Yamamoto lanzó un devastador ataque contra una hilera de barcos de guerra estadounidense, en el que hundió o dañó severamente a ocho.

La ofensiva, que duró dos horas, mató a 2.403 estadounidenses e hirió a 1.100.

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Al igual que cuando Obama visitó Hiroshima, el propósito de la gira de Abe no es cuestionar las decisiones que se tomaron hace 75 años ni pedir disculpas, sino más bien rendir homenaje a los muertos y estimular la reflexión histórica.

Mensajes contradictorios -

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En su visita a Hiroshima en mayo, Obama hizo durante un discurso un apasionado alegato en favor de un mundo sin armas nucleares y escribió un mensaje en el libro de visitas del Memorial del Parque de la Paz de esa ciudad.

Pearl Harbor e Hiroshima marcaron el inicio y el final del conflicto entre Japón y Estados Unidos, pero es imposible compararlos. Uno fue un ataque a una instalación militar estadounidense en el Pacífico y el otro un bomba atómica sobre una ciudad. Sin embargo, ambos marcaron la memoria de ambos pueblos, y ambos son sitios de peregrinación en sus respectivos aniversarios.

La reunión tiene una especial significación, ya que ocurre cuando faltan pocas semanas para que asuma el cargo el presidente electo, Donald Trump, quien ha enviado mensajes contradictorios sobre los futuros vínculos entre Estados Unidos y Asia.

Durante su campaña, Trump sugirió que iba a renegociar los términos de la presencia de las tropas de Estados Unidos en Japón, donde tiene estacionados a cerca de 50.000 efectivos. También prometió que pondría fin al tratado comercial Trans-Pacífico (TPP).

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Y finalmente, culpó a Obama por haber visitado Hiroshima. “¿Discutió alguna vez el presidente Obama el sorpresivo ataque contra Pearl Harbor mientras estuvo en Japón? Miles de vidas estadounidenses perdidas”, dijo el presidente electo el 28 de mayo. (I)