El mercado de pirotecnia de Tultepec, el más grande de México, amaneció ayer entre ruinas calcinadas tras la potente explosión que dejó al menos 32 muertos y unos 60 heridos, mientras autoridades aún tratan de identificar a todas las víctimas y explicar el origen de la tragedia, según AFP.

Tristemente, este mercado ya ha vivido estos incidentes. El 15 de septiembre de 2005 un incendio y explosiones consumieron el mercado en su totalidad. Al año siguiente, otra explosión destruyó más de 200 puestos. Ambos incidentes dejaron decenas de lesionados, pero sin víctimas mortales.

En su reconstrucción se tomaron más medidas de seguridad y fue reabierto por el entonces gobernador Enrique Peña Nieto (actual presidente) en diciembre del 2006.

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En esa ocasión los puestos se habían renovado con ladrillos de concreto ligero en vez de madera, techos de láminas de asbesto. Se los había separado en 75 módulos de cuatro puestos, a 11 metros de distancia entre ellos, según el diario mexicano El Universal.

El mercado había sido descrito una semana antes del incidente como el “más seguro de América Latina” por la municipalidad. Juan Ignacio Rodarte, director del Instituto de la Pirotecnia del país, expresó que el mercado estaba “perfectamente diseñado” contra este tipo de accidentes.

Germán Galicia Cortés, presidente del mercado, había dicho en esa oportunidad que el lugar contaba con las medidas necesarias para enfrentar cualquier incidente.

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Hasta ayer se desconocía qué habría provocado las explosiones en el lugar. (I)