Muchos habitantes de Tultepec, donde una serie de explosiones en el mercado de fuegos artificiales más conocido de México dejó 31 muertos, peregrinaban el miércoles por los hospitales en busca de sus seres queridos. Para algunos el último sitio adonde buscar fue la morgue.

"Acabamos de identificar a mi tía", dijo Janet Pérez, arropada con una manta en la puerta de uno de los servicios forenses.

"Estaba muy quemada pero se la pudo reconocer. Ahora queremos saber cómo están su hijo y su nieto, de 15 y 9 años. Nos han dicho que están en uno de los hospitales pero todavía no sabemos su estado", agregó.

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Desde primera hora familiares desconsolados llegaron a la morgue en busca de respuestas que muchas veces no llegaron: las autoridades advirtieron que algunos de los cadáveres están tan quemados que solo podrán ser identificados con pruebas genéticas.

"No encuentro a mi papá y mi mamá está muy quemada", dijo entre lágrimas Juana Antolina Hernández. "Estoy esperando que me digan si está aquí mi papá, pero de momento nada".

Hernández, de 49 años, tenía un local en el mercado junto al de sus padres. La fabricación de fuegos artificiales, un oficio del que está orgullosa, se ha transmitido en su familia de generación en generación.

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Sólo recuerda que en el momento de la explosión se echó a correr y luego "todo terminó en nada".

El mercado, ubicado al norte de la capital mexicana, presumía de ser el más seguro de América Latina.

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Cinco personas murieron en hospitales y 26 en el mercado, dijo el fiscal del Estado de México Alejandro Gómez en declaraciones a Milenio TV. Se han encontrado tres extremidades que podrían pertenecer a otro fallecido, señaló.

Las explosiones en cadena, registradas en plena época de Navidad y en uno de los días más bulliciosos del mercado, también dejaron decenas de heridos, 10 de ellos menores de edad. Tres serán trasladados a Galveston, Texas, debido a la gravedad de sus quemaduras para que puedan recibir una mejor atención médica, informó el gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila.

Ocho días antes de las explosiones que dejaron los puestos reducidos a cenizas, escombros y metal retorcido, el gobierno de la ciudad se jactaba en un comunicado de prensa de que el Instituto Mexiquense de la Pirotecnia había calificado al mercado llamado San Pablito como el más seguro de toda la región.

El comunicado citaba a Juan Ignacio Rodarte Cordero, director del Instituto dependiente del gobierno estatal, indicando que la seguridad se debía a que San Pablito contaba con "puestos perfectamente diseñados y con los espacios suficientes para que no se dé una conflagración en cadena en caso de un chispazo".

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En esa misma nota de prensa Germán Galicia Cortes, presidente del mercado, aseguraba que el lugar contaba con extintores, agua, arena, pico, pala y personal calificado que sabía cómo actuar en caso de algún incidente.

Pero la realidad fue otra y el martes las llamas destruyeron el mercado por tercera vez desde 2005.

Un video mostró las espectaculares explosiones en cadena registradas poco después del mediodía, cuando cientos de personas compraban cohetes para celebrar Navidad y Año Nuevo.

Crescencia Francisco García dijo que estaba en medio del mercado cuando empezaron las explosiones. Primero quedó pasmada, luego miró al cielo como acto reflejo y empezó a correr. Mientras huía del lugar en medio del humo vio personas con quemaduras, cortaduras y mucha sangre.

"Todo se estaba prendiendo. Todo estaba explotando", dijo la mujer de 41 años. "Las piedras salían volando, pedazos de tabique, todo estaba volando".

Las autoridades no han dicho qué pudo haber causado la explosión pero anunciaron que se inició una investigación.

"Vamos a identificar quiénes son responsables", dijo el gobernador Ávila.

El mercado de San Pablito abrió hace 16 años pero Tultepec se dedica a la fabricación y comercialización de pirotecnia desde hace dos siglos, una industria a la que se dedica 65% de su población de forma directa o indirecta. Las previsiones de este año apuntaban a vender 100 toneladas de productos a todo el país.

"Mis condolencias a los familiares de quienes perdieron la vida en este accidente y mis deseos de pronta recuperación para los lesionados", publicó en su cuenta de Twitter el presidente Enrique Peña Nieto.

En 2005 otro incendio engulló al mercado de San Pablito justo antes de la celebración del Día de la Independencia de México. Un año después un incidente similar también destruyó cientos de puestos de venta de juegos pirotécnicos.

El alcalde de Tultepec, Armando Portuguez, dijo que la elaboración de cohetes es una parte fundamental de la economía local. Agregó que es una actividad reglada por la ley y que está bajo "supervisión constante" de la Secretaría de la Defensa Nacional, que es la encargada de regular armas de fuego y explosivos.

"Esto es parte de la actividad de nuestro municipio. Es lo que nos da identidad", señaló Portuguez. "Sabemos que es una actividad de alto riesgo, lo lamentamos mucho, pero mucha gente tiene su sustento en esta actividad".

Las explosiones letales de pirotecnia han tenido, desafortunadamente, cierta regularidad en México. En 2002 una explosión en un mercado de la ciudad de Veracruz dejó 29 muertos. En la ciudad de Celaya en 1999 murieron 69 personas al explotar pirotecnia almacenada ilegalmente y en 1988 una explosión de cohetes en el mercado de La Merced, en la Ciudad de México, mató a por lo menos 68.