El año pasado fueron víctimas de la delincuencia, pero su espíritu solidario y unido los motivó a seguir con el tradicional armado del nacimiento y árbol navideño, como lo hacen desde hace 30 años, en la esquina de Domingo Savio y Francisco Segura, en el sur.

El proyecto, que cuenta con el apoyo de la barriada, lo lideran los hermanos René y Gino Suárez junto con su vecino y amigo Fernando Apolinario. Ellos a inicios de este mes empezaron a armar una gruta hecha con periódico, cartón y almidón, donde reposan ya las treinta figurillas que recrean la llega de los tres Reyes Magos al pesebre del Niño Jesús.

Con la ayuda de David Briones, otro vecino del sector que es diseñador, comenzaron instalando un cerramiento de unos dos metros cuadrados para dificultar la llegada de arranchadores, puesto que el año pasado sufrieron el hurto del árbol navideño.

Publicidad

“Estamos reuniendo para hacer el arbolito, tenemos que empotrarlo, hacer un huequito y ahí se queda pegado, porque (el año pasado) un hachero lo haló y se lo llevó. El Niño también lo guardamos porque se lo pueden llevar”, dice René, quien deja a la perrita La Flaca cuidando el sitio por las noches.

Las figurillas, cuentan, las usan cada año y las guardan en cajas con periódico en la casa de Gino. Sin embargo, para cambios de última hora, como luces defectuosas, buscan las donaciones de vecinos. Gino Suárez, por ejemplo, el jueves pasado dejó sus actividades de mecánico para entregar dos juegos de luces. En total esperan completar unas 5.000 que vienen en 500 juegos.

Ambos hermanos, de los ocho que viven en la zona, añoran que cuando eran jóvenes era una algarabía el armado del pesebre. Eso buscan perennizar.

Publicidad

La noche del 24 tendrán esa esquina iluminada, para a las 22:00 salir hacia la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe con la madrina del Niño, Génesis Vera. Luego disfrutarán de un refresco al pie del pesebre.

Fernando Vacas, con 50 de sus 65 años como vecino del sector, cuenta que el espacio es un sitio para que los niños tengan la costumbre de buscar un momento de reflexión y se mantenga la tradición, también para los que los jóvenes en malos pasos reflexionen. “Que el nacimiento sea como un remordimiento y que reflexionen sobre su vida, al menos un momento”, dijo Vacas. (I)