Hace cinco años, ese rincón de la ciudadela Floresta 2, en el sur de Guayaquil, parecía desolado, oscuro e inseguro. Se transformó de a poco cuando un grupo de vecinos con más de 30 años en el sector decidió empoderarse del cambio y unir más al barrio.

Como parte de esas actividades decidieron instalar un árbol y pesebre que estas semanas reúne a 20 vecinos en el armado.

“Comenzamos a organizarnos (hace cinco años), limpiamos nosotros mismos el parque. Esto era parqueadero de camiones y un basurero inmenso”, recuerda Carlos Concha, vicepresidente de ese sector porteño.

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Joen Quintero, Fernando Quintero, Félix López y otros moradores se dedican a armar el pesebre que tiene más de cien figurillas. El árbol luce colores verde, amarillo y rojo y decenas de guirnaldas.

Al paso, otros vecinos dejan contribuciones para luces y adornos que faltan, dice Quintero. Unos moradores van y otros entran a martillar dentro del pesebre que reposa en los bajos del árbol.

Rafael Arroba, vecino que tiene un taller de cerrajería en frente del árbol, cuenta que en días con poca actividad desde la tarde hasta la madrugada se pone a laborar junto con los demás vecinos, en su mayoría jubilados.

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Para hoy tienen preparado el agasajo navideño del barrio, donde repartirán comida, regalos y estará un Papá Noel.

En el sector esperan que con estas actividades se siembre en los niños el deseo de continuar con la tradición y mantener latente la camarería que existe entre los residentes.

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Y es que este es un grupo que se considera unido. Cada noche se reúnen en su parque a conversar sobre política, trabajo y sobre todo de las mejoras que se pueden hacer en el barrio, con iniciativa de los vecinos y el apoyo del Municipio de la ciudad. Un aspecto que han ido puliendo y que ha servido para mejorar el ornato de esa zona de la Floresta.

Para implementar las mejoras, cada vecino se propuso poner una cuota simbólica, que aportan cada quince días y que ayuda para los arreglos. Ellos mismos, por ejemplo, han instalado más de doscientas plantas en los alrededores del parque para evitar el uso del parterre como parqueo.

Como parte de los arreglos también consta el árbol navideño que por segundo año consecutivo motiva al sector, en el que sus vecinos, dicen, hay un poco de más de seguridad.

Ese mismo árbol cobija en las agradables y frías noches de verano a los vecinos que se reúnen en largas tertulias. (I)

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años llevan armando el rincón de Navidad en su sector.

Somos una barriada bien unida y fruto de eso viene la idea de hacer un árbol. Hemos formado un comité para hacer todas las actividades con ayuda de los vecinos y del Municipio.Félix López, vecino