“La ambulancia no llegó, por la radio me indicaron que no había ambulancias disponibles”, contó ayer el teniente Freddy Tonato, del circuito Floresta, a manera de explicación del porqué la Policía asistió en su parto a una joven primeriza, en una vivienda ubicada en la cooperativa Lucha Popular, Guasmo central, sur de la ciudad.

El hecho se registró alrededor de las 17:00 del domingo. Los familiares de una mujer de 18 años, oriunda de Palenque (Los Ríos), llamaron al ECU-911 solicitando una ambulancia para trasladarla a una casa de salud, puesto que ella tenía contracciones seguidas, fuertes.

Sin embargo, en la central de llamadas les respondieron que no había ambulancias disponibles en ese momento.

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Tonato citó que la Policía acudió allí porque el ECU-911 pidió que un patrullero dé custodia a un carro particular que iba a trasladar a una mujer, en estado de gestación, hasta la maternidad Matilde Hidalgo de Prócel, en eel Guasmo.

“Al llegar al lugar ingresé al domicilio, subí al tercer piso y pude verificar que la señora se encontraba acostada en su cama con los dolores del parto”, relató el uniformado.

Tiempo después llegó al sitio otro patrullero con mujeres policías, entre ellas, Ángela Ramírez, quienes colaboraron con los vecinos que asistían a Clarivel Chévez, la mujer que alumbró a su primer hijo, una niña, en la cama del departamento de su cuñada.

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Ramírez, quien hace un año y cuatro meses se convirtió en mamá por primera vez, señaló que cuando la Policía llegó al lugar, Chévez ya había expulsado prácticamente a la bebé.

“Lo que hicimos fue coger a la criatura, y ahí se la limpió con las señoras que se encontraban alrededor. Se la limpió y se la puso en el pecho de la madre”, comentó Ramírez y agregó que Chévez estaba asustada por la situación inesperada.

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Una vez asistido el parto que duró unos 45 minutos, la novel madre y su pequeña fueron llevadas a la maternidad del Guasmo en uno de los patrulleros.

Allí la mujer y la bebé que pesó 3.400 gramos y midió 51 centímetros, recibieron asistencia de los médicos. “Yo no sabía ni qué hacer en ese momento”, mencionó Chévez, después de que recibió la visita de dos funcionarios del ECU-911.

Ya más tranquila y con su pequeña en brazos, la joven dijo que vino a la ciudad para sacar la cédula en el Registro Civil, y que el ajetreo del viaje pudo haber acelerado el parto, previsto para la próxima semana.

César Llaguno, coordinador zonal del ECU-911, sostuvo que un médico general de la entidad dio instrucciones vía telefónica a quienes atendieron el parto.

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Él reconoció que en el momento de la emergencia de la mujer las ambulancias estaban en otras atenciones. (I)