La segunda ciudad de Siria, Alepo (norte), estaba este lunes a punto de caer por completo en manos del gobierno y sus aliados, en lo que se considera la "fase final" tras cuatro semanas de una ofensiva devastadora contra los rebeldes.

Éstos se retiraron este lunes de otros seis barrios importantes de la otrora capital económica del país ante el avance del ejército y ya sólo están en un pequeño sector, informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).

"Hay un hundimiento total de los rebeldes (...) la batalla de Alepo toca a su fin", afirmó a la AFP Rami Abdel Rahman, director del OSDH, y precisó que se habían retirado de los barrios de Bustan al Qasr, uno de los más fortificados, Ferdus y Kallase.

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"Sólo es cuestión de tiempo" antes de que Alepo caiga totalmente bajo el control del régimen de Bashar al Asad, ya que los rebeldes apenas conservan dos barrios importantes, Sukkari y Al Machad.

En Al Machad, algunos testigos contaron que quienes huyeron de las zonas conquistadas por el ejército, incluidos numerosos niños, duermen en las aceras o en las tiendas. Muchos tienen hambre y no pudieron llevarse nada consigo.

En los barrios abandonados por los rebeldes, "hay cadáveres en las calles", aseguró Rahman.

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Esta retirada masiva se produce horas después de la caída de los barrios de Sheij Said y Salhin.

La reconquista de Alepo, dividida desde 2012 entre los barrios al este, controlados por los rebeldes, y el sector oeste, en manos del régimen, sería la mayor victoria del gobierno contra los primeros desde el inicio de la guerra en Siria en 2011.

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La ofensiva fulminante del ejército de Damasco fue lanzada el 15 de noviembre con el apoyo de combatientes iraníes y del Hezbolá libanés, y respaldados por bombardeos aéreos y de artillería rusos.

Un corresponsal de la AFP en el terreno indicó este lunes que los ataques, que podían escucharse desde el sector occidental, eran los más intensos desde hacía varios días.

"La operación entra en su fase final", había dicho un responsable militar en Alepo a la AFP, precisando que los insurgentes ya sólo mantenían el 10% de su antiguo territorio.

Por la noche, en el lado oeste de Alepo se oían disparos de celebración, según periodistas de la AFP.

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'Seria preocupación'

Más de 10.000 civiles han huido de los barrios rebeldes en las últimas 24 horas para alcanzar los sectores bajo control gubernamental, según el OSDH.

En total, unos 130.000 civiles han abandonado los barrios de la oposición desde el 15 de noviembre, en cálculos de la misma fuente.

Los esfuerzos diplomáticos para poner fin al baño de sangre en la que fuera capital económica siria, y en el resto del país, nunca lograron su objetivo.

En una carta dirigida a Al Asad, el papa Francisco llamó este lunes de nuevo al fin de la violencia y a la aplicación del derecho humanitario internacional para proteger a los civiles.

Entretanto el grupo yihadista Estado Islámico (EI) lanzó una ofensiva en el desierto de la provincia central de Homs, capturando campos petroleros y posiciones gubernamentales.

En Palmira, ciudad que el grupo extremista volvió a retomar nueve meses después de haber sido expulsado por las fuerzas de Damasco, este lunes ejecutó a ocho combatientes prorrégimen, según el OSDH.

El Observatorio indicó que los yihadistas avanzaban el lunes al sur y al oeste de la ciudad contra el ejército de Damasco cerca de la ciudad de Al Qaryatain mientras los aviones rusos proseguían atacándolos desde el aire.

'53 civiles muertos'

También este lunes, al menos 53 civiles, incluidos 16 niños, perdían la vida en una serie de bombardeos aéreos en localidades controladas por el EI en la provincia de Hama, en el centro del país, indicó la oenegé.

En el frente de Raqa (norte), principal bastión del EI en Siria, al menos 21 civiles, entre ellos cinco niños, murieron en bombardeos, informó el OSDH.

Presente en París, el alto representante de la oposición siria, Riad Hijab, denunció por su parte a las fuerzas del régimen por atacar a los "civiles desarmados" de Alepo e "huir como ratas ante los yihadistas en Palmira".

El conflicto en Siria, desencadenado en 2011 por la sangrienta represión de las manifestaciones pacíficas prodemocracia en el país, se transformó en una compleja guerra que implica a numerosos actores sirios y extranjeros.

En más de cinco años, el enfrentamiento ha dejado más de 300.000 muertos y desplazado a la mitad de la población.

Según el OSDH, 415 civiles han muerto en Alepo por la ofensiva del régimen y 130 por disparos rebeldes. (I)